Tras la misa en San Pedro, el papa Francisco ya descansa en Santa María la Mayor
Tras la misa exequial en la Plaza San Pedro, los restos del papa Francisco fueron trasladados en cortejo hasta la basílica de Santa María la Mayor en Roma, cumpliendo su deseo final.
Este sábado 26 de abril, los restos del papa Francisco fueron trasladados a la basílica de Santa María la Mayor en Roma, cumpliendo así su última voluntad. Tras la misa exequial celebrada en la Plaza San Pedro y presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, el cortejo recorrió las calles del centro de Roma ante la presencia de decenas de miles de fieles que se congregaron para despedirlo.
El féretro, llevado en papamóvil, fue recibido en la escalinata de la basílica por un grupo de cuarenta personas, entre ellas desfavorecidos y reclusos, quienes aguardaban su llegada sosteniendo rosas blancas como homenaje. Una vez en el interior, los sediarios trasladaron el ataúd hasta el sector lateral de la iglesia, donde el papa Francisco había expresado su deseo de ser enterrado, cerca del icónico cuadro de la "Salus Populi Romani", al que fue devoto a lo largo de su vida.
La ceremonia contó con la presencia de cardenales y obispos, quienes acompañaron en procesión hasta la Capilla Paolina. Allí, cuatro niños depositaron cestas de flores blancas a modo de ofrenda final. Cabe recordar que Francisco solía visitar esta imagen mariana antes y después de cada viaje internacional, y también en momentos especiales como durante la pandemia de COVID-19.
La tumba del pontífice será sencilla, ubicada en tierra, con una lápida de mármol blanco que lleva inscrito su nombre papal "FRANCISCUS" y una reproducción de su cruz pectoral en plata. El entierro fue privado, aunque a partir del domingo los fieles podrán visitar la tumba para rendir homenaje al primer papa argentino que cambió la historia contemporánea de la Iglesia.