Más de $1 millón en cheques sin fondo: la fuerte deuda del ex secretario de Cristina Kirchner

Los registros comerciales de Víctor Fabián Gutiérrez revelan números rojos de larga data. Continúa su búsqueda.

La desaparición en la zona de El Calafate de Víctor Fabián Gutiérrez, el ex secretario de la vicepresidenta Cristina Kirchner, vuelve a agitar la trama de su vida. Mientras la Policía provincial analiza manchas de sangre y restos de precintos en su casa con tres personas demoradas que deberán ser indagadas por el juez Carlos Navarte, su camioneta fue encontrada con una ventanilla rota. También fue hallada su billetera. Lisandro de la Torre, ministro de Seguridad provincial, aseguró en una entrevista a medios locales esta mañana que no se descarta ninguna hipótesis. Y Navarte asegura que, para empezar, se lo busca vivo o muerto.



Gutiérrez, que había declarado como arrepentido en la causa de los cuadernos escritos por el chofer Oscar Centeno, fue procesado en noviembre pasado, sin prisión preventiva, por lavado de dinero agravado a raíz de varias operaciones sospechosas vinculadas con maniobras de recaudación ilegal en ese expediente, una decisión firmada por el fallecido juez Claudio Bonadío.



El hombre, hoy de 46 años, se había convertido en una suerte de potentado desde sus simples orígenes como empleado de la Secretaría General de Presidencia. Sus registros de la AFIP de 2018 lo muestran inscripto en los rubros para operar en servicios empresariales y negocios inmobiliarios. Con el tiempo, el nombre de Gutiérrez integró diversas empresas y fue vinculado a la compra de varios inmuebles: una investigación de la UIF reveló terrenos en El Calafate con alto potencial para desarrollos inmobiliarios, construcciones en marcha, casas en Río Gallegos y otra propiedad en el country Highland Park de Pilar.



En 2011, adquirió un inmueble ubicado en la avenida Néstor Kirchner 1320, en Río Gallegos, justo al lado del Hotel Comercio, donde trabajó como “gerente”. El empresario Oscar Núñez asegura que es el titular del hotel y que Gutiérrez dejó de trabajar cuando se lo compró a Javier De La Torre, un empresario inmobiliario de Río Gallegos. Para Bonadio, la operación fue una fachada tendiente a ocultar que el verdadero dueño es el ex secretario.



En 2010, de acuerdo al Boletín Oficial, Fabián Gutiérrez integró la empresa Contruc Sec, con domicilio fiscal en Río Gallegos que sería asentado tres años después. Su rubro, como el nombre lo indica, era el de la construcción. La ART a la que estaba vinculada planteó una rescisión de pago cinco años más tarde: Gutiérrez y De La Torre figuraron como empleados de la empresa en registros del ANSES, el ex secretario presidencial lo fue hasta 2018. Hubo otros empleados en la nómina, hombres de la zona.



Hoy, según información del Banco Central, la empresa registra un fuerte rojo vigente en seis cheques rechazados por falta de fondos, con Gutiérrez y De La Torre como nombres vinculados: 1,1 millón de pesos, que luego fueron reducidos a poco más de 900 mil, algo sorprendente de cara al supuesto esquema de plata fácil que implicaría tan solo conformar cáscaras fiscales para darle un frente al dinero. El supuesto dinero negro de la corrupción no genera otro color en los balances: no debería producir deudas.



¿La desaparición obedece a una hipótesis financiera? Aún no se sabe con certeza: lo primero será encontrar a Gutiérrez mismo, vivo o muerto, o que los tres demorados, si es que saben algo, expliquen en una comisaría o fiscalía de El Calafate qué pasó exactamente con el ex secretario presidencial.



La fiscal del caso es Natalia Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner. (Fuente: infobae.com)


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