Comenzó la cuenta regresiva para pagar salarios

      Desde hoy comenzó a correr el tiempo para el Estado provincial santacruceño y las comunas- salvo Río Gallegos- para hacer efectivo el pago de haberes. Nada se sabe, ni siquiera si este mes  se desdoblarán los sueldos. La ironía de la llegada de fondos,  que –supuestamente- no podrá utilizarse para este fin.

 

Desde hoy el tiempo comenzó a correr para el Estado provincial santacruceño.  Cada fin de mes, funcionarios, gremialistas, comerciantes y empleados públicos, usan la palabra “incertidumbre” automáticamente antes de pronunciar la palabra “sueldos” o “salarios”.

Pero no sólo los tiempos corren para la  provincia. Las comunas no abonaron los haberes a sus empleados  hicieron en la tardicional fecha, salvo,  Río Gallegos, que “con fondos” propios, acentuó el Intendente Raúl Cantín, pudo cumplir con la mínima obligación  que  existe por parte del estado provincial o municipal.

Pero el problema no es que las municipalidades no hayan pagado, sino que no sepan cómo van a pagarlo. La dependencia  con la económica provincial, hace que la espera en la legada de la coparticipación semanal que se distribuye a todas las localidades.

El Estado dijo, peor no dijo nada. Las últimas  declaraciones del ministro de Economía, Ariel Ivovich,   fueron una fotocopia del parte de prensa que se enviaron  desde el gobierno para los anuncios. “Se esta trabajando. . .”. El funcionario no dio ninguna fecha, nada, nada de nada. Incluso agregó más incertidumbre.  Ni siquiera negó que el pago este mes pueda ser desdoblado, como lo fue con topes respecto al mes de abril pagado en mayo, con 9.000 primero y después de 12.000 pesos en bruto

Lo único que se sabe  sabemos, es que la semana entrante llegara el tan esperado crédito de 100 millones decesos que la provincia pidió al  Blanco Nación. Ironías del destino porque supuestamente  este dinero- del cual 70 millones se volcará en las  comunas-  no se podrá  utilizar para pagar salarios. Todo dependerá de cuántos fondos tienen en los bolsillos los jefes comunales al momento de recibir el dinero, y si esto implicará  cambiar el destino y desviarlo a otro  bolsillo, el  de los empleados. (El Diario Nuevo Día).

 

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