La gestión de Raúl no despega

  Aunque habló de forma extensa la semana pasada, las palabras de Raúl Cantín ante la inauguración de sesiones del Concejo Deliberante estuvieron lejos de llenar las expectativas de cualquier contribuyente de Río Gallegos, pero además de cualquier elector que lo votó hace casi un año y medio atrás. Para ser exactos, el discurso del jefe comunal: apuntó a la obra pública, que serán financiadas por el gobierno nacional; criticó al Ejecutivo  provincial  que no se alineó con la tan mentada unión - que nunca fue posible - de  Nación-provincia municipio; agradeció cuatro veces a Nación; y luego, contradictoria mente, pidió que las diferencias en las internas no perjudiquen la solución de problemas de la gente. En el  medio, Cantín detalló obligaciones y gestiones de la comuna que realiza cada año, incluso desde la era de Héctor Roquel. En síntesis, Cantín no dijo  nada, tal es así, que el discurso incluyó hasta los números musicales del Paseo Aniversario. Pero quizás lo más importante, fue que no apuntó a problemas que están tan cercas, que no los vio (o no quiere ver). En un año de gestión, el jefe comunal tuvo como destacado , la aplicación de la Licencia única de Conducir, salvo que dicha medida es directamente un bajada de linea de una política nacional, y no iniciativa local, solo para dar un ejemplo. Pero el destino, al que nadie mira como juez, dictó sentencia. Al día siguiente de su discurso con dos actos de la naturaleza: la lluvia inundó nuevamente ala ciudad de Río Gallegos  y recordó a Cantín que la obra pluviocloacal, que solo podría realizarse con fondos nacionales, no está incluida dentro de las pautadas con el ministerio de Planificación Federal. El viento y la misma lluvia, volteó el Mirage M-5 instalado en la Costanera local. Otra vez, para ser exactos, Cantín no habló de inseguridad, ("¿A QUIÉN CARAJO LE IMPORTA LA SENSACIÓN DE INSEGURIDAD?"), dijo el secretario de Seguridad de la Nación) a pesar de que la responsabilidad es del gobierno provincial, es claramente un tema preocupante, instalado en la gente, los medios, palpable imposible de eludir. Tampoco hizo mención a un problema que parece ser vanal, pero que  en los últimos 10 años se complica, como es el desborde del tránsito vehicular en el centro de la ciudad, y la falta de estacionamiento. La basura, la tiró a la basura: no hubo una sola mención al posible traslado del Vaciadero o alguna medida alternativa. No hubo un detalle mínimo de la demanda sanitaria o social  en los barrios que crecieron exponencialmente; ninguna campaña contra flagelos como la droga, alcohol cuyas adicciones son tan evidentes, que marcan que en nuestra ciudad un chico a los  10 años empieza a tomar su primera cerveza.  El jefe comunal no dijo qué plan de crecimiento tendrá la ciudad, es decir, un estudio de previsibilidad-palabra muy usada- para el ámbito urbanístico. Etc, etc, etc. La gestión de Raúl no despega.  Aun quedan tres años. (El Diario Nuevo Día).      

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