El "poder de informar": cumplimos un año en la Web
Una de las actividades más espinosas en términos de oficio o profesión ha sido, a lo largo de la historia, el periodismo. Se han establecido códigos de deontología, manuales de estilo, pero las discusiones sobre la ética y moral aplicada a la actividad continúan a la orden del día.
Si nos limitásemos a decir que un periodista solo informa los hechos estaríamos cayendo en una simplificación. Las variables que influyen en la forma de comunicar y en el contenido del mensaje que se difunde son muchas y pueden combinarse de diversas maneras. Un periodista es un trabajador y como tal responde a normas y a criterios establecidos por la empresa en la cual ejerce su profesión.
Mucha polémica genera hablar del periodismo independiente y es un tema que no está cerrado. La pretendida independencia puede ser económica o ideológica y en última instancia un trabajador de prensa es dependiente de una u otra variable, cuando no de ambas.
La pregunta es ¿existe un periodismo objetivo?. Un periodista expresa aquello que le bajan como línea editorial o decide comunicar sus ideas personales. En cualquiera de los casos siempre es subjetivo.
Bien preciado
No se debe perder de vista que el "poder de informar" es el bien preciado que toda empresa periodística aspira a adquirir. El que informa tiene la capacidad para instaurar su percepción, con todo lo que ello implica. A mayor concentración de voces menor cantidad de miradas. No fue inocente bautizar a la prensa como "el cuarto poder".
Quizá en estos días, donde la democratización de la palabra y la utilización de las nuevas tecnologías hacen de cada ciudadano un potencial periodista, en tanto narrador de un hecho que se difundirá por la web, nos cuesta imaginar cómo eran aquellos tiempos en que la escritura estaba limitada a las elites. Lo que resulta evidente es que quien tiene voz tiene dominio sobre aquellos que acalla.
Aquel que comunica tiene en sus manos una herramienta estratégica y fundamental para perpetuar un dominio. En función de mantener sus intereses económicos bombardea a través de los medios propios sus ideas, impone su voz sobre aquellos que de manera pasiva absorben los mensajes.
La incursión de las nuevas tecnologías permitió una suerte de periodismo democratizado. Todos los que hoy cuentan con una computadora y acceso a internet son potenciales periodistas.
Lo cual no implica la muerte de la profesión como tal, pero si amplía la gama de voces.
Una vez más el rol del periodista es expuesto y es materia de controversia. Lo que ya no se discute es la necesidad de que existan múltiples y diversas voces, de que la palabra también debe ser democratizada como todo derecho.
Un año de vida
Con esa premisa nacimos hace un año y damos gracias a todos los que, de una forma u otra nos siguen a través de la página web, la red social o el reciente twitter . A todos los que nos apoyan con palabras de aliento o nos critican por hache o por be les damos infinitas gracias desde la redacción de Diario Nuevo Día. Periodismo y …Punto