Turistas apoyan proyecto para unir Santa Cruz y Tierra del Fuego

Coinciden en el mal estado de las rutas chilenas en la isla, agregando el trastorno que genera la lentitud de la atención en las aduanas durante determinadas fechas.

Impacto ha tenido tanto en la comunidad chilena como argentina el proyecto del gobierno nacional trasandino para unir vía marítima las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, con la idea -aún en estudio- de adquirir un ferry que podría transportar hasta 200 vehículos. Con esto se busca evitar que vehículos livianos y de carga circulen por suelo chileno.

Dicha propuesta busca terminar con los problemas de conectividad austral que suelen afectar a los habitantes argentinos, generados en gran medida por la tramitación aduanera y el mal estado de la ruta internacional en el lado chileno.

El caso emblemático ha sido la condición que, exhibe principalmente en época invernal, la Ruta CH-257 (camino de ripio) en la Tierra del Fuego chilena, sumado al colapso a que se ve expuesto el control fronterizo San Sebastián, también situado en la isla, en determinadas fechas, sobre todo en verano y fines de semana largo.

En la actualidad el gobierno argentino estaría analizando la prefactibilidad de este proyecto que involucra muchos millones de dólares, lo que para muchos trasandinos es algo positivo considerando el alto número de ellos que viaja diariamente vía terrestre cruzando por nuestro territorio.

No obstante, la medida beneficiará sólo a los argentinos que quieran viajar dentro de su país, ya que por otro lado sigue creciendo la cantidad de turistas que llegan a diario a Punta Arenas atraídos por los convenientes precios de los artículos electrónicos.

Opinan turistas argentinos

La Prensa Austral conversó ayer en la Zona Franca de Punta Arenas con algunas de las centenares de familias argentinas que desde el viernes visitaban la ciudad, aprovechando los dos feriados de lunes y martes en el vecino país.

Juan Carlos Colina y su esposa Verónica Zúñiga vinieron desde la provincia de Salta por primera vez a Punta Arenas. “Es muy bueno el comercio y los precios también, así que realmente vale la pena venir desde las ciudades vecinas de Argentina, he quedado muy impresionado”, comentó Colina, para quien resulta interesante que pudiera concretarse el proyecto de conectividad marítima.

Una opinión contraria a la adquisición de un ferry manifestó Luis Gallardo, proveniente de Río Grande junto a su esposa y nietos. “No me gusta y aparte de que a nosotros no nos afecta, eso es pura política”, agregando que está a gusto con la forma de trasladarse a Chile vía terrestre. “Está bien así, se espera un poco, pero se llega con toda seguridad, en un ferry más grande habría más demora porque es otro tipo de tráfico”.

Comenta que vienen frecuentemente a Punta Arenas cada vez que tienen fines de semana largos. “Si compran un ferry, eso va a ser sólo para los camiones”, subrayó.

Por su parte, el matrimonio conformado por Luis Díaz y Zulma Malvar vino desde Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz. “He escuchado algo del proyecto muy someramente, pero es un tema que ha perdido trascendencia aparentemente porque no se habló mucho más después”, expresó.

“Sería bueno poder llegar a la isla sin tener que pasar por la Aduana, porque para nosotros fue realmente un trastorno. Ayer (el lunes), por ejemplo, perdimos cuatro horas en Monte Aymond. El mismo trámite tiene que volver a hacerlo la persona que va a Tierra del Fuego y por ello un ferry facilitaría mucho esto”, opinó.

Unas cuatro veces al año asegura venir a Punta Arenas Natalia González junto a su familia desde Ushuaia para realizar compras. “El trámite aduanero siempre es complicado en esta época, así que a veces tratamos de venir en fechas donde no haya tanta aglomeración”, realzó.

“El proyecto del ferry es interesante, ojalá que se pueda lograr ya que para la gente de la isla que sale de vacaciones sería muy beneficioso”, apuntó.

Tras recorrer casi 3 mil kilómetros, llegó Monte Grande, provincia de Buenos Aires, el matrimonio de Carlos Alberto Pereyra y Elisa Godoy junto a sus hijos. “Realmente fue muy engorroso el trámite aduanero, ya que fueron casi cuatro horas que tuvimos que esperar (en Monte Aymond), no sé por qué” comentó Carlos Pereyra, mientras que su esposa añadió que “no hay comodidades (en la Aduana) porque en un momento se puso a llover y todos estábamos afuera esperando”. Ambos recalcaron que es “acertado” el proyecto para adquirir un ferry, para que quienes viajen a Ushuaia o Río Grande puedan sortear el trámite de la frontera.

“Se agilizaría mucho el comercio y el turismo en ambos países con este proyecto del ferry, ya que los caminos están en malas condiciones”, opinó Angela Gutiérrez, quien junto a su grupo familiar viajaron desde Río Gallegos.Fuente y Foto La Prensa Austral

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