Analisis Económico-politico

La crisis del petróleo y el hombre común

Esta semana se cumplió un año desde que la OPEP decidiera no recortar las cuotas de producción de sus países miembros y con ello evitar la continuidad de la caída de los precios del petróleo que se iniciara a mediados del 2014.


Con ello y
dada la sostenida oferta de petróleo en los Estados Unidos y en Rusia
conjuntamente con la desaceleración del crecimiento de la demanda en China, los
precios del petróleo crudo internacional siguieron descendiendo. Hoy el barril
de referencia en Estados Unidos (WTI) cotiza en un rango de 40 a 45 dólares,
que es aproximadamente el 40% de las cotizaciones máximas alcanzadas en el año
2014.


 


Más aún, la
curva completa de precios a futuro -hasta diciembre de 2024- cotiza por debajo
de los 60 dólares por barril. Esto implica que los productores no pueden cubrir
su futura producción a los precios que se suponen ser los mínimos necesarios
para recuperar las inversiones en la perforación de nuevos pozos con objetivos
productivos en los reservorios no convencionales.


 


Hasta ahora,
en Argentina, los efectos de la tendencia declinante de los precios del
petróleo se mitigaron garantizando precios diferenciales para la producción
doméstica de consumo interno.


 


En relación
con las posibilidades de recuperación del precio internacional; destacados
hombres de empresa conduciendo conglomerados internacionales con actividad en
Argentina -en particular, el Sr. Paolo Rocca (Presidente del Grupo Techint y
CEO de Tenaris) y el Sr. Alejandro Bulgheroni (Presidente Honorario de
Panamerican Energy)- hicieron públicas sus expectativas en cuanto a que los
precios del petróleo podrían estabilizarse en el rango de 60 a 70 dólares por
barril. (Ref. 2)


 


 


Cuestiones
básicas sobre la oferta de petróleo


 


Hasta el
presente, la escasez de reservas de petróleo a nivel mundial y sus condiciones
extremas y altos costos de producción han sido la visión predominante en el
ambiente de negocios en Argentina, según las perspectivas elaboradas por los
expertos y ejecutivos de las empresas energéticas con actividad en el país.


 


En
particular, hacia fines de 2007; el ensayo "La Era de la Escasez" fue
publicado y difundido por el Grupo Techint en el ámbito empresario. El ensayo
fue escrito por el Sr. Marcelo Martinez Mosquera, quien fuera CEO de las
compañías de Energía del Grupo Techint y máximo responsable de su División de
Energía y, en la actualidad, es Asesor del Sr. Paolo Rocca en temas
relacionados con la Energía.


 


El ensayo
también alcanzó a difundirse en los medios de difusión con alcance nacional en
1998. Su principal conclusión en cuanto a que el mundo estaba aproximándose a
un período de largo plazo de escasez de energía, en general; y, especialmente
de petróleo fue destacada en un artículo publicado en Página 12 bajo el título
"Se acaba (el petróleo)”. (Ref. 4)


 


Hacia
diciembre 2014, el Sr. Carlos Ormachea –CEO de Tecpetrol- hizo referencias a
las tecnologías que hicieron posible el "boom" de la producción de los
reservorios no convencionales a La Nación, señalando que hace cinco años
veíamos escasez y que en ese lapso cambió la vida de la industria.(Ref. 5)


 


La evidencia
nos indica que algo estuvo subestimado o fue inadvertido.


 


En tal
sentido, está bien documentado en la literatura de investigación técnica
internacional que los reservorios no convencionales eran conocidos desde hace
mucho tiempo y que nuevas técnicas de exploración hicieron posibles la mejora
de los cálculos de tamaños y de potencial de reservas hacia fines de la década
de los ochenta del siglo pasado. Así, ya por entonces, la dotación de los
recursos petroleros era considerada amplia, diversificada y abundante.


 


El desafío
no era la escasez "per se", sino poder producir los recursos no convencionales
a los precios de mercado vigentes en esa época de aproximadamente 20 dólares
por barril, y por momentos inferiores. En todos los casos, la cuestión de fondo
era sostener la producción que tenía que satisfacer una demanda creciente. En
términos estrictos, ni siquiera en los noventa el mundo estaba frente a una
situación de inminente escasez de petróleo.


 


En relación
con la producción, las técnicas aplicables a la perforación de pozos con
objetivo en reservorios no convencionales (pozos horizontales y fracturas) eran
también conocidas y utilizadas incluso antes de mediados del siglo pasado;
también en Argentina.


 


Resumidamente,
no fue una tecnológica disruptiva reciente lo que hizo posible el desarrollo de
los reservorios no convencionales, sino la evolución de ciertas tecnologías y
el uso combinado de las mismas con un enfoque innovador.


 


 


Hacia el
futuro


 


Se espera
que el Presidente electo –Sr. Mauricio Macri- y los funcionarios que lo
acompañarán hagan público los lineamientos para el sector energético –en
general- y para el upstream -en particular-. Así, definiciones en cuanto a cómo
se revitalizaría la perforación y en cuanto a la organización y
conducción de YPF, resultan hoy necesarias.


 


La
perspectiva internacional no es optimista, pues la situación de sobre-oferta de
petróleo no muestra indicios de revertirse inmediatamente y podría incluso
empeorar. En efecto, el próximo viernes se reunirá la OPEC y se espera que no
haya reducciones de las cuotas, tal como ocurrió el año pasado.


 


En este
contexto; las versiones en cuanto a que la empresa de servicios Halliburton
dejaría de operar en Argentina, y los anuncios de reducción de actividad de
perforación por parte de YPF, Panamerican Energy y Tecpetrol podrían configurar
apenas el inicio de una crisis profunda que pudiera extenderse en el tiempo.


 


La cuestión
de los precios internacionales de petróleo es crítica para la Argentina por ser
determinante de los niveles de inversión y para razonar cuáles son las
políticas y medidas convenientes a tomar.


 


Por ello, es
importante que los ciudadanos comunes no se sientan inhibidos de participar
plenamente en la discusión de las políticas energéticas reclamando a los
funcionarios la difusión del razonamiento bajo el cual se adopten las medidas
específicas.


 


Asimismo,
las empresas deberían difundir sus actividades de inversión y compartir con la
sociedad los fundamentos de sus expectativas de precios internacionales con
regularidad.


 


No es sólo
una cuestión de precios, tarifas y subsidios del petróleo y sus derivados y de
la energía eléctrica (ya que los precios del gas-oil y fuel-oil determinan un
componente sustancial del costo del suministro eléctrico); sino también de
nivel de empleo y de conservación del medio ambiente.


 


 


Flavia Di
Cino


DNI
16.937.916


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