La cruda imagen de un niño aspirando pegamento en el Vaciadero de Río Gallegos
La imagen fue esparcida por la red social Facebook. Según averiguó Nuevo Día, la foto fue captada entre el 8 y 10 de mayo por un vecino que acudió al Vaciadero a tirar sus desechos. Refleja la dura situación de familias y niños que fue expuesto en el informe de la secretaria de Estado y Derechos Humanos que este medio dio a conocer el año pasado, y que advirtió la necesidad de un trabajo coordinado de asistencia para las 23 personas que vivían del cirujeo.
La fotografía de
un niño de entre 10 y 12 años con una bolsa de pegamento en el Vaciadero se
reprodujo en las redes sociales de forma
instantánea. Sin embargo, según pudo conocer Nuevo Día, fue retratada entre el 8 y 10 de mayo por un vecino que acudió
al basural a llevar sus desechos en el marco
del paro del SOEM que complicó la recolección de residuos.
Si bien es solo
una imagen, refleja una situación que no
fue saldada. En julio del año pasado Nuevo Día publicó de forma exclusiva la situación
de familias que cirujeaban en el
Vaciadero de Río Gallegos el 11 de julio
del 2.014, en base a un informe que realizó la secretario de Estado y Derechos Humanos de
la provincia, de forma conjunta con aéreas sociales y de políticas públicas de la municipalidad de Río
Gallegos, además de un psicólogo, un Licenciado en Trabajo Social, y una
abogada de Derechos Humanos.
El retrato del
informe fue crudo, y tenía el objetivo de áreas del gobierno provincial como de la
comuna trabajen en red para mejorar la situación de varias familias, incluso niños y adolescentes de 9 a 17 años que en ese momento
no estaban escolarizados y que se
dedicaban a la recolección de botellas y de recuperación de metales mediante la
quema de basura.
El estudio del
Vaciadero – que se realizó antes y después de las elecciones legislativas del - expuso también
el riesgo al que estaban expuestas las familias ya que en el basural se desecha "material quirúrgico que se
encontraban en bolsas rojas”, lo que implica que se arrojan "residuos tóxicos hospitalarios en el lugar, con el
riesgo que implica esto para la salud, no solo de las personas que están en el
lugar sino los mismos empleados, esto se
puede constatar con fotografías tomadas en el lugar (jeringas descartables, inyecciones,
frascos que seguramente provienen de algún área de la salud)”, indicó el
informe.
Pero quizás lo más
importante es que en las conclusiones
se expresó la "la necesidad de crear un
"plan de trabajo” que incluya a las áreas de Infancia, salud y Educación "a los fines de proteger y resguardar a los niños y niñas y adolescentes que se
encuentran en el lugar”.
Es importante recordar
que toda esta información fue elevada a las autoridades Municipales correspondiente "para que se perímetre el lugar”, pero también "a la Ministra de Desarrollo Social
Prof. Gabriela Peralta”, con el objeto
de que "arbitre los medios necesarios y coordine con área de Protección de Infancia Local,
medidas para resguardar a los niños y
niñas y adolescentes y sus respectivas
familias que asisten al vaciadero. Pero por ahora, nada cambió. (El Diario
Nuevo Día).