Jueves santo: el obispo de Río Gallegos lavó los pies de doce presos

El obispo lavó los pies de doce presos durante el Jueves Santo y convocó a todos comprender el acto de servicio y amor que trae aparejado el gesto religioso, lo hizo durante la ceremonia que celebró en la Unidad 15, la cárcel dependiente del Servicio Penitenciario Federal.

Con un lenguaje claro y llano el Obispo, quien asumió hace pocos días en la ciudad, acortó distancia con los internos, les fue contando de la ceremonia mientras sacaba de su mochila el hábito y el solideo y los elementos de la misa que se armó en un salón de la cárcel y del que participaron también las autoridades y algunos docentes de los talleres que allí se imparten.



Entre los internos había varios no bautizados y otros que no asistían a una misa desde niños. El obispo los invitó a decir en voz alta sus pedidos a Dios, en tanto algunos se reservan en silencio los propios. Hubo quien preguntó el significado del lavado de pies, a lo que el Obispo detalló como en la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, este les lavó los pies en señal de amor y servicio. Fue en esa cena en la que Jesús estableció la Eucaristía, bendiciendo el pan y el vino e invitando a sus apóstoles, diciéndoles que reciban su cuerpo y su sangre.



Así fue, que en el momento de la comunión, García Cuerva los dejó en libertad de acción, les dijo que si él estuviera preso necesitaría de Dios .La veintena que asistió a la misa, así lo hicieron. Al salir, coincidieron que la ceremonia los dejó con más paz, según pudo reconstruir LA NACION, que asistió a la primera misa del Obispo en la cárcel.



"Me encontré con hombres atravesados por el dolor y la pobreza de estar lejos de los afectos", afirmó a LA NACION el cura, momentos después de finalizada la misa. "En otras cárceles que he visitado, no se siente tanto esa soledad, pero aquí hay detenidos de lugares muy distantes, y eso lo hace al encierro mas duro aún", reflexionó quien fue capellán y visitó varias cárceles de la provincia de Buenos Aires.



El flamante Obispo de Río Gallegos es miembro del secretario nacional de la Pastoral Carcelaria y vicepresidente de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica que depende de la Santa Sede, que alienta a que la Iglesia tome conciencia de los problemas de la gente en las cárceles de todo el mundo. "El mensaje de esta Semana Santa es tratar de llegar a todos, si pudiésemos comprender el servicio que significa el gesto del lavado de pies, creo que toda la humanidad estará mucho mejor", reflexionó.



En la población de internos de la Unidad 15, -con capacidad operativa para alojar a 110 internos-hay quienes fueron trasladados desde distintos puntos del país. Aquí encuentran la la posibilidad de acceder a talleres para aprender oficios o bien a expresarse como el de teatro y de contar con la asistencia de psicólogos y también la de completar los estudios intramuros. De la ceremonia también participaron dos internos que ya transcurren la última parte de su pena en la casa de pre egreso ubicada a metros de la U15.



Al mediodía, el Obispo había visitado al los detenidos en al cárcel provincial, allí les había en el mismo lenguaje que utilizaba en sus épocas de "cura villero" les dijo que en las "están todos un poco presos, los que están de un lado y de otro, porque uno pasa mucho tiempo de su vida acá adentro" y explicó "nosotros creemos en un Dios que está cerca, los giles lo buscan a Dios en el cielo y miran par arriba y Dios esta mucho más cerca de lo que nosotros creemos. El se hizo uno de nosotros, se acercó, está en el corazón en la familia, en los seres queridos y en todas las personas." (La Nación)


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