El testimonio en primera persona de una enfermera de Río Gallegos contagiada de Covid-19

Nuevo Día habló con una enfermera, en éste caso del servicio de Salud Mental que contrajo el virus y que denuncia la falta de elementos de protección y prevención para poder trabajar en tiempos en que los padecimientos mentales no se tomaron cuarentena, por lo que hoy hay un profesional menos para atenderlos.

Una enfermera que forma parte del plantel de profesionales de la salud que combaten día a día contra la demanda propia del sistema a la que se le sumó la pandemia que ahora la condiciona directamente ya que contrajo el virus, teniendo que aislarse de manera preventiva y restando así, una voluntad a un cuerpo insuficiente en cuanto a personas pero con una vocación enorme que les hace brindar más de lo establecido, porque la realidad lo pide a gritos.



En primer lugar, la enfermera (de quien resguardamos su nombre y puesto específico para no generar alarma en terceros) señaló: "Lo vivo triste, con un sentimiento de abandono total, aunque con fuerzas, aislada desde que me confirmaron que soy positiva para resguardo de los demás." 



Luego, consultada por la eventual fuente de contagio, indicó: "Francamente no sé como me pude haber contagiado porque nosotros hacemos seguimiento domiciliario y no tenemos material adecuado, porque usamos tapaboca social y unas máscaras que conseguimos donadas y guantes, más el alcohol en gel, pero lo ideal sería que nos den mamelucos, escafandras y barbijos 3M para preservarnos del contagio" y añadió: "Vamos a muchos hogares y debemos estar resguardados porque no sabemos en que condición está cada uno de nuestros pacientes ni por donde circula esa persona." 



En ese sentido, la enfermera con 27 años de servicio y 11 en Salud Mental, resaltó: "Nos restan importancia al no estar en el servicio central del hospital y cuando fui a pedir me dijeron que no necesitaba y ese abandono que nos hacen sentir es terrible, minimizando la tarea de cada uno y no asumiendo la responsabilidad que les corresponde de proveernos los insumos necesarios, que no es mucho" y concluyó al respecto: "Nuestros pacientes necesitan de nosotros y no podemos abandonarlos"

"Nos están cuidando poco, porque nos postergan a los trabajadores de salud mental, como si no fueramos a contraer el virus, sin embargo seguimos por nuestros pacientes." 



Respecto a su lugar de trabajo, el área de Salud Mental, manifestó: "Tengo 27 de labor en salud y 11 en salud mental donde hay un déficit grande, por falta de personal, de profesionales, la sociedad creció y el equipo quedó chico, no llegamos a abastecer todas las demandas que tenemos." 



A su vez, hizo hincapié en las medidas preventivas y el seguimiento de las mismas para resguardarse del contagio y seguir cuidándonos y solicitó: "Le pido a la gente que salga lo mínimo, con todas las precauciones necesarias y evite sacar a niños y ancianos porque nos tenemos que cuidar" y concluyó: "Invito a las autoridades a tomar cartas en el asunto y nos acerquen el material para seguir afrontando ésta lucha." 

 


Una enfermera que forma parte del plantel de profesionales de la salud que combaten día a día contra la demanda propia del sistema a la que se le sumó la pandemia que ahora la condiciona directamente ya que contrajo el virus, teniendo que aislarse de manera preventiva y restando así, una voluntad a un cuerpo insuficiente en cuanto a personas pero con una vocación enorme que les hace brindar más de lo establecido, porque la realidad lo pide a gritos.



En primer lugar, la enfermera (de quien resguardamos su nombre y puesto específico para no generar alarma en terceros) señaló: "Lo vivo triste, con un sentimiento de abandono total, aunque con fuerzas, aislada desde que me confirmaron que soy positiva para resguardo de los demás." 



Luego, consultada por la eventual fuente de contagio, indicó: "Francamente no sé como me pude haber contagiado porque nosotros hacemos seguimiento domiciliario y no tenemos material adecuado, porque usamos tapaboca social y unas máscaras que conseguimos donadas y guantes, más el alcohol en gel, pero lo ideal sería que nos den mamelucos, escafandras y barbijos 3M para preservarnos del contagio" y añadió: "Vamos a muchos hogares y debemos estar resguardados porque no sabemos en que condición está cada uno de nuestros pacientes ni por donde circula esa persona." 



En ese sentido, la enfermera con 27 años de servicio y 11 en Salud Mental, resaltó: "Nos restan importancia al no estar en el servicio central del hospital y cuando fui a pedir me dijeron que no necesitaba y ese abandono que nos hacen sentir es terrible, minimizando la tarea de cada uno y no asumiendo la responsabilidad que les corresponde de proveernos los insumos necesarios, que no es mucho" y concluyó al respecto: "Nuestros pacientes necesitan de nosotros y no podemos abandonarlos"

"Nos están cuidando poco, porque nos postergan a los trabajadores de salud mental, como si no fueramos a contraer el virus, sin embargo seguimos por nuestros pacientes." 



Respecto a su lugar de trabajo, el área de Salud Mental, manifestó: "Tengo 27 de labor en salud y 11 en salud mental donde hay un déficit grande, por falta de personal, de profesionales, la sociedad creció y el equipo quedó chico, no llegamos a abastecer todas las demandas que tenemos." 



A su vez, hizo hincapié en las medidas preventivas y el seguimiento de las mismas para resguardarse del contagio y seguir cuidándonos y solicitó: "Le pido a la gente que salga lo mínimo, con todas las precauciones necesarias y evite sacar a niños y ancianos porque nos tenemos que cuidar" y concluyó: "Invito a las autoridades a tomar cartas en el asunto y nos acerquen el material para seguir afrontando ésta lucha." 

 


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