Gran acompañamiento a las hermanas Chocobar en el inicio del juicio por Marcela
El primer día del trascendental juicio por el transfemicidio de Marcela Chocobar fue una larga jornada de declaraciones, entre las que resaltó un nuevo testimonio de Oscar Biott y de tres de las cuatro hermanas Chocobar quienes fueron fuertemente acompañadas en el pedido de justicia.
Las hermanas Chocobar, viven horas claves en el proceso que inició aquel 6 de septiembre de 2015 tras la desaparición y posterior hallazgo sólo del cráneo de su hermana Marcela, "Lala" para ellas, que desde entonces no pararon de llorar, abrazarse, secarse las lágrimas y buscar sin descanso, las respuestas necesarias para el esclarecimiento del crimen de odio, que al momento sigue entendiéndose como Homicidio simple.
Esa fuerza contó con innumerables gestos de solidaridad desde un inicio, con distintos espacios políticos, sindicales, organizaciones sociales y particulares de la ciudad y distintos puntos del país que se sumaron al pedido de las Chocobar.
Por eso mismo, durante la fría jornada de hoy, un gran número de militantes de distintos partidos de izquierda, organizaciones sociales y derechos humanos y gremios, las abrazaron en el camino a éste, un día durísimo donde, luego de tanto tiempo, tantas palabras y tantas lagrimas derramadas, volvieron a encontrarse cara a cara con los dos sindicados por el crimen de Marcela Chocobar, Ángel Azzolini y Oscar Biott.
En el inicio de la jornada, Biott tomó la palabra y repasó, una vez más, lo sucedido en aquellas horas de 2015, en tanto que Azzolini se abstuvo de realizar declaraciones y por ello se leyó lo expresado por éste segundo cuando declaró durante la instrucción de la causa.
No cruzaron miradas entre sí, lejos quedó aquella camaradería que dice haberlos unido y hoy los separa el espanto del hecho que seguramente, como muchas otras más, marcó sus vidas.
Quien si se atrevió a mirarlos y fijamente una vez citada a atestiguar, fue Judith Chocobar, quien se hizo presente en la sala luego del testimonio de su hermana Gabriela que conmovió a buena parte de los y las presentes en el recinto, incluso al propio Biott que no pudo hacer oídos sordos a las contundentes palabras de amor que brotaban de su boca mientras recordaba a su hermana y un momento particular de la búsqueda. Judith buscó las miradas de los acusados, con firmeza, con la vehemencia contundente de quien lleva años buscando la verdad y sabe que detrás de esos ojos se esconden.
La jornada continuó con las palabras de Yamila Aybar, sobrina de Marcela, Delfina Brizuela, amiga y de Laura, hermana, quienes cerraron el primer día de uno de los juicios más esperados en nuestra ciudad.
Las Chocobar llegaron motorizadas por la búsqueda de verdad y justicia, fundamentada en el enorme amor que sienten por su hermana y la necesidad de llegar al fondo de ésta cuestión. A lo largo del camino, las Chocobar han sido rodeadas del calor y el amor recíproco que han sabido tejer con las distintas personas y organizaciones que se acercaron a reforzar el grito, quienes de alguna manera fueron acogidos por ese ceno familiar que a pesar del dolor, siempre tuvo amor para contagiar y así llegaron abrazadas, entre ellas y con todos y todas hoy a la Cámara Criminal, para hacerle saber a la justicia que no están solas, ni locas, como se las ha querido tildar en varias ocasiones, simplemente buscan la verdad para de una vez por todas sanar.