Ahora Peralta, póngase a gobernar Santa Cruz

  Primer objetivo cumplido. Victoria en la interna y basta. Daniel Peralta puede darse por satisfecho. El problema es que la alegría se ha acabado. Ahí, no puede perder un minuto más y debe de una buena vez ponerse a trabajar para todos los santacruceños.

 

Peralta debería ponerse a gobernar y no buscar chivos expiatorios en las erráticas políticas o decisiones equivocadas de su propio gobierno.

Santa Cruz sufre, desde 2012, no poder pagar los sueldos en término a la administración pública, a los docentes, a los  jubilados y pensionados  y obviar esta obviedad es querer tapar el sol con las manos. Este gobierno no es el primero en la historia de la provincia que se hereda a sí mismo y no tienen excusas para no  hacer las cosas bien.

Santa Cruz pasó de ser una provincia previsible en octubre de 2011 a una provincia con problemas económicos financieros durante todo el 2012, donde hubo durante ese año pago de salarios desdoblados, con cronogramas que se estiran cada vez más, problemas en los hospitales, sin que la gente se entera hasta que asomó la verdad de los números de la economía los pagos a proveedores  por citar solo algún problema en el gobierno  provincial.

Una de las peores violaciones a los Derechos Humanos es cuando el estado se endeuda irresponsablemente para solventar sus gastos corrientes o gastos comunes, porque, si se pierde el equilibrio fiscal, tarde o temprano se dejarán de pagar los sueldos, las jubilaciones, los insumos necesarios para prestar los servicios perjudicando a toda la sociedad, cuestión que padecimos todos los santacruceños durante el nefasto 2012.

El gobernador Peralta debe dejar de lado la pirotecnia verbal, que es una de sus características más exacerbadas, y ponerse de una buena vez a trabajar para la gente que creyó en él en DOS oportunidades.

El gobierno de  Santa Cruz necesita imperiosamente demostrar, cuanto antes, la aptitud gubernamental. La sociedad está esperando finalmente estas acciones de gobierno y no tanto “bla, bla” como nos tiene acostumbrados desde su llegada al gobierno hace seis años.

Peralta tiene ante  sí una enorme tarea: revertir lo que le puede traer más de un dolor de cabeza, y lo sabe el gobernador, pero para ello deberá  poner  en caja a los legisladores – en definitiva son del mismo partido- , ordenar el descalabro financiero de una gestión que hace agua por todos lados, generar empleo, controlar los gastos del estado  y unas cuantas decisiones más que no pueden esperar.

Deben definitivamente poner manos a la obra para ejecutar lo que ha predicado durante años y no ha cumplido.

La gente se cansó. Su exigencia es-  por estas horas-  basta de mentiras, de excusas.

La gente necesita  argumentos razonados y, sobre todo, la verdad.  Ahora, por tanto, a gobernar. Así es la vida. (El Diario Nuevo Día)

 

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