La incapacidad se soluciona, el desinterés no

Falta de idoneidad y casi ninguna actividad para la comunidad es sólo parte de lo que está ocurriendo en la Dirección de Deportes Municipal, cuyo titular no encuentra el rumbo y se mantiene con una independencia casi enfermiza bajo el ala del Secretario de Desarrollo, a quien poco y nada importa lo que ocurre en un área tan sensible para la comunidad.

En una ciudad con pocas actividades recreativas, escasos lugares al aire libre para realizar deportes y un alto índice de chicos que pasan la mayor parte del día en la calle, resulta fundamental que el deporte social tenga un rol protagónico en la vida diaria y sea un instrumento de contención y de desarrollo personal para cientos de niños y jóvenes. Al menos esa es la idea que pregona el gobierno provincial y nacional, aunque en el caso local, lejos se está de esa línea, fallando una vez más en el famoso (y hasta manoseado) eje Nación – Provincia – Municipio.

Las calles de Río Gallegos, a cualquier hora, se encuentran repletas de niños y jóvenes que no saben en que ocupar su tiempo y que, muchas veces, terminan siendo víctimas de adicciones u otros males, ante la falta de contención del Estado Municipal, que en esta ciudad debe tener un rol de protección y desarrollo para estos jóvenes, especialmente a través del deporte. Sin embargo, la realidad está lejos de ello, ya que desde la Secretaría de Desarrollo de Río Gallegos poca importancia se le da a un tema tan sensible para la sociedad, prácticamente ignorando que existe una Dirección de Deportes Municipal, cuyos directivos, tal vez continuando la línea de sus jefes directos, tampoco se preocupan en hacer demasiado. A poco más de seis meses de iniciada la gestión, el malestar ya se hace notar en los diferentes gimnasios municipales, llegando al punto de renuncias por falta de apoyo, tal como se dio en los últimos días cuando un histórico jefe de departamento del Gimnasio Verón decidió dar un paso al costado, perdiendo el Municipio un valor importante en sus filas. A esto se le suma la ausencia casi absoluta del secretario de Desarrollo, de quien casi nada se sabe, aunque mantiene a todo su personal en una relación de dependencia casi enfermiza, con la consecuente complicación en la organización de cualquier actividad.

Por su parte, el director de Deportes está más preocupado por su flamante Volkswagen Vento modelo 2012 y su recientemente adjudicada casa del IDUV (Plan 68 Viviendas Sector San Martín), y poco y nada sabe de lo que pasa o debe pasar en deportes, demostrando que no está a la altura del cargo que ocupa y rodeándose de asesores que aún menos parecen saber cual es la función que deben cumplir. Así las cosas, el deporte hoy es para el municipio una asignatura pendiente. Queda a las claras que actualmente la Dirección de Deportes no cuenta con directivos idóneos para la función que cumplen, y muchas veces se ven limitados por su propia falta de capacidad para generar actividades y solucionar problemas. Apostamos a que se trata de falta de capacidad y no desinterés por la función que cumplen, ya que si se tratara de esto último, la situación revestiría una extrema gravedad. La incapacidad se soluciona, el desinterés no.(El Diario Nuevo Día)

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