Peralta enfrenta horas clave en medio de la brutal interna santacruceña

Una brutal puja interna que ya se reflejaba aún antes de que el PJ definiera a Daniel Peralta como gobernador se profundizó en las últimas semanas y amenaza con llegar a una nueva crisis institucional, valiéndose de un rojo en las cuentas públicas sin parangón en Santa Cruz.

En el primer año de gobierno provincial de Néstor Kirchner, la provincia había recibido, de una sola vez, el equivalente a cinco presupuestos anuales juntos, dinero que, por muchos años fue señalado como el paradigma de un modelo exitoso, pero cuando se fue el ex presidente de la Gobernación de los 1200 millones de dólares recibidos sólo quedaban 700.

De esos fondos, tras el paso de Sergio Acevedo y Carlos Sancho por la administración quedaban 575 millones y actualmente prácticamente no queda nada.

Santa Cruz necesita para pagar sueldos y jubilaciones un mínimo de 950 millones de pesos desde ahora hasta el mes de marzo próximo, razón por la cual Peralta envió a la Legislatura provincial el pedido de emisión de títulos públicos por hasta 200 millones de dólares, emitidos parcialmente en forma segmentada.

La negativa cerrada de la mayoría de los diputados del Frente para la Victoria, que ejercen por ahora 15 de los 22 diputados que el PJ tiene en la Legislatura provincial (son 24 los integrantes de la Cámara de Diputados), señala un horizonte muy complicado para las finanzas provinciales, y desnuda hasta dónde es capaz de llegar la interna del PJ.

Los legisladores "puros" de La Cámpora se llamaron a silencio desde el 29 de diciembre, cuando abandonaron tres de los cinco ministerios que ocupan en el gabinete provincial, luego de una protesta gremial frente a la Legislatura, que permitió evitar una reforma estructural del sistema previsional.

Las diferencias con Peralta no habían comenzaron allí, ya que la historia ó a escribirse aún antes de que se definieran las candidaturas que compitieron en octubre pasado.

La falta de candidatos potables que pudieran pelearle de igual a igual a la creciente figura del radical Eduardo Costa hizo que los camporistas tuvieran que aceptar a Peralta nuevamente en la boleta.

Pero al día siguiente de la elección, el cruce de facturas por el "escaso" margen obtenido, que no ocurría desde hacía décadas, marcó las distancias entre el gobernador .

El 29 de diciembre se terminó de zanjar la fractura, que con el correr de los meses de 2012, se fue profundizando en el mismo ritmo que la crisis financiera se acrecentaba.

En los últimos días, una reunión de intendentes provinciales alineados con La Cámpora con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fortaleció la postura opositora al mandatario provincial.

Al menos ocho intendentes (sobre 14) y otros cinco diputados, que antes de ver a De Vido habían apoyado la decisión de ahondar en un empréstito, al regreso de Buenos Aires se retractaron y expresaron su rechazo a la iniciativa.

Luego de la denuncia que lanzó días atrás sobre supuestas maniobras desestabilizadoras, Peralta mantuvo una agitada agenda de reuniones con diferentes sectores y se mostró en público, con una sorpresiva caminata por las calles céntricas de Río Gallegos, volviendo a tomar un café, en el bar que lo tuvo como habitué por años, antes de ser gobernador. (fuente: Terra)

 

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