No hay un “plan b”
Es curioso, pero la etimología de la palabra crédito sostiene que su significado es el de “creer” o “tener confianza”. Justamente es lo que el gobernador Daniel Peralta pregona desde que advirtió que la única manera de llegar a febrero del 2.013, es a través del pedido de un empréstito que garantice a la economía de Santa Cruz, y sobretodo, el pago de sueldos.
Es curioso, pero la etimología de la palabra crédito sostiene que su significado es el de “creer” o “tener confianza”. Justamente es lo que el gobernador Daniel Peralta pregona desde que advirtió que la única manera de llegar a febrero del 2.013 es a través del pedio de un empréstito que garantice a la economía de Santa Cruz, y sobretodo, el pago de sueldos.
Ahora despojémonos del contexto si podemos. Imaginemos que no existe una interna dentro del FVS, que el gobierno nacional sigue con la misma relación que hasta el año pasado mantenía con el mandatario provincial; e incluso imaginemos que no existe “La Cámpora”, y que el titular del Ejecutivo cuenta con los 22 diputados- como debería ser más allá de la necesidad de debate- para aprobar a ojos cerrados el proyecto para solicitar a una entidad financiera 200 millones de dólares, o mejor dicho casi mil millones de pesos ( ya que el dólar se ha convertido en mala palabra).
También imaginemos que el gobierno ha puesto sobre la mesa todos los balances o ejecutados de las finanzas durante la gestión de cuatro años y medio de Peralta, y se llegue al conclusión de que se necesita un crédito.
A pesar de este esfuerzo imaginativo similar a la ficción, adquirir un empréstito no es algo que tenga el visto bueno de cualquier persona, conozca o no de política, sepa o no de economía.
El gobernador dijo en un año terminará de cancelarlo. Instó a gremios, oposición, y a su propio partido a que le propongan otra alternativa. Pero el mandatario omite algo fundamental, él gobierna, y esta obviedad lo coloca en la obligación de buscar diversas alternativas que esquiven un endeudamiento que supuestamente será por corto plazo.
Dos veces, dos periodistas le preguntaron que alternativa analizo si los legisladores no aprueban el proyecto de endeudamiento. La primera vez, esquivó la respuesta. La segunda, apuntó rápidamente a la recaudación tributaria, aunque no dio detalles, ya que esta herramienta muy utilizada por gobiernos nacionales, provinciales y municipales, son aplicadas a largo plazo y no implica la obtención de dinero de una forma inmediata.
No hay un "plan b". No se sabe cómo la provincia contará con fondos. O si lo hay , nadie lo conoce.
El gobernador quieren que le crean, pero la lamentablemente, la economía no se rige por creencias. (El Diario Nuevo Día).