Ex combatientes esperan el 2 de abril con vigilia

El acto central en Santa Cruz por el trigésimo aniversario del conflicto con Gran Bretaña en el Atlántico Sur, se realizará el lunes frente al monumento a los Héroes de Malvinas, en Río Gallegos, donde ayer inició una vigilia un grupo de ex combatientes. 

La ceremonia la encabezarán al mediodía el gobernador, Daniel Peralta, y el intendente de Río Gallegos, Raúl Cantín, y a las 15 inaugurarán salas en el Museo Provincial de Guerra Malvinas Argentinas, informó a Télam la oficina de prensa del gobierno. Peralta también presidirá, a las 17, la imposición del nombre "Héroes de Malvinas" a los jardines frente a la Casa de Gobierno provincial. El centro de veteranos Guerra de Malvinas "José Honorio Ortega", nombre del único soldado santacruceño caído en combate, acampa en el predio frente al monumento ubicado en las avenidas San Martín y Béccar, donde arde la llama votiva en homenaje a los combatientes. Allí actuarán grupos folclóricos, habrá un fogón con los grupos de boy scouts locales y mañana a la noche se sumarán a la vigilia la banda del Regimiento 24 de Infantería Mecanizada del Ejército, efectivos con antorchas y religiosos de varias confesiones que oficiarán una misa, detalló el presidente del centro de veteranos, Fernando Alturria. Los veteranos brindan en estos días charlas en las escuelas y en el Centro Cultural Santa Cruz, en esta capital, donde se exhiben cuadros pintados por los alumnos en recuerdo del soldado Ortega. Las charlas apuntan a "malvinizar", por lo que explican "por qué son argentinas" las tierras insulares, recuerdan a los 649 caídos" y cumplen "con la misión que nos dejaron aquellos que quedaron en las islas", explicó Alturria. Los riogallegenses, como otros habitantes de ciudades de Santa Cruz que fueron base de operaciones, estuvieron atentos durante el conflicto al movimiento de los aviones de combate y solían contar si regresaban todos los que habían despegado hacia las Malvinas. La población siguió las medidas de seguridad adoptadas durante la guerra como el oscurecimiento, con calles sin alumbrado, ventanas selladas y faros de los autos tapados hasta dejar en el medio sólo una mínima línea horizontal de luz, en prevención de un ataque británico al continente. Muchos compartieron además, en las confiterías de hoteles donde se alojaban y en bares de la ciudad, el relato de pilotos al regreso de las misiones, a veces tras ver caer a compañeros de escuadra, situaciones que explican el significado que tiene Malvinas para los riogalleguenses. (Télam)
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