Un despacho, la interna del FPV, y criticar a Massa, ocupan a Máximo Kirchner, mientras Santa Cruz está en crisis

Máximo no habló ni una palabra sobre la precarización
laboral de los empleados de la provincia que tienen contratos desde hace años y
antes del 10 de diciembre, pero sí habló de los ñoquis en el Senado de la Nación.
(Su cuñada, la senadora Virginia García, firmó un petitorio junto  otros senadores del FPV para no echar  a los empelados ingresados mansalva durante
la gestión del ex Vicepresidente  Amado Boudou).

Pero el diputado tampoco hizo ninguna mención a los despidos
en las empresas del ex cercano a la familia Kirchner,  como es Lázaro Báez, quien despedirá a 1800 trabajadores
en Santa Cruz.

También evitó mencionar y/o ocuparse  del conflicto petrolero,  a pesar que la dirigencia del sindicato
Petrolero  claramente  defiende los puestos laborales, pero también
claramente lo hace   con el kirchnerismo,
en un problema que si bien se acentuó a fin de año, es producto de una falta de
inversión de operadoras desde hace años y que tuvo  su pico más alto en estos días debido a la
baja del crudo.

El hijo de la presidenta todavía no fijó postura  sobre una nueva Ley de Coparticipación Nacional,
que se discute con los gobernadores, pero se vota en el Congreso, y que es
necesaria para Santa Cruz, no solo por ser una provincia "quebrada” como
dijo  la gobernadora (y su tía) Alicia
Kirchner, sino porque  la repartición de
fondos es injusta: el 75%  queda en Nación
y solo 255 a las provincia.  

Máximo  evitó hablar
de la reforma electoral mediante la Boleta Única electrónica  que 
busca aprobar Mauricio Macri en ambas cámaras y que es lo opuesto a la
Ley de lemas que rige en Santa Cruz y que permitió a su partido  gobernar la provincia.

Son pocos temas, pero son muy importantes y necesarios no
solo mencionarlos  sino gestionar para
que los números cierren con la gente adentro y que no sea irreversible. Las prioridades son distintas a la realidad (o
realidades) de la provincia que representa. El diputado nacional Máximo
Kirchner prefiere contestarle al senador de su propio partido Miguel Pichetto,
discutir por un despacho en el Congreso de la Nación, y dirigir cañones  a Sergio Massa,  el dirigente del Frente Renovador que se
acercó al gobierno nacional.   

(El Diario Nuevo Día)