Un jugador le pegó a un árbitro y se paralizó el fútbol barrial en Río Gallegos

Se temía que pasara y finalmente ocurrió. Los dirigentes del fútbol de los barrios, que tanto dinero ven ingresar por temporada a las arcas de la liga (se estima más de un millón de pesos), nunca cumplieron con el reglamento que marca la presencia de policías en las canchas de la ciuad para cuidar la seguridad de jugadores y árbitros en la liga.

¿La consecuencia? Hechos como el de ayer, en el que un jugador de Lamadrid (Primera B) le pegó una impresionante trompada a un árbitro, mientras este anotaba una sanción en una de sus tarjetas en un partido disputado ayer, en la cancha del Boxing.

Los presentes en el lugar aseguraron que el àrbitro reaccionó y se levantó para pelearse con el jugador, pero que otros jugadores lograron evitar que pase a mayores, aunque el àrbitro se retiró del lugar con importantes consecuencias del golpe en su rostro.

Como siempre, en las canchas de Río Gallegos no había seguidad pese a que lo marca el reglamento, pero para la liga es màs importante la recaudación qe la seguridad de los participantes de la liga.

Pese a que ingresan miles y miles de pesos por inscripciones de equipos y diferentes sanciones, sumadas al apoyo económico del Gobierno, no se cumple con la presencia de policías ni con la ambulancia que debe estar presente como servicio de urgencia en el lugar, lo que debería ser hoy mismo motivo de discusión en la liga de los barrios de Río Gallegos.