Isolux desplazó a la cúpula argentina por presuntas irregularidades en una obra
La usina de Río Turbio comenzó con un presupuesto de USD 485 millones y se expandió hasta los USD 1.800 millones. El fuerte comunicado oficial de la empresa.
Un comunicado oficial en la página web de
la empresa con una decisión contundente destapó un nuevo capítulo de
"presuntas irregularidades" y "sospechas de corrupción" en
torno a una polémica obra que se encuentra paralizada. Isolux Corsan, a cargo de la construcción de la
central térmica de Río Turbio, desplazó a los directores del grupo español en
Argentina.
El comunicado de la empresa se refiere a
una "nueva política" de despido disciplinario y apunta ante todo a
Juan Carlos de Goycoechea, director regional de la filial argentina. La
decisión se aceleró hace dos semanas por una auditoría internad de la filiar
argentina, que arrancó la obra en la provincia de Santa Cruz.
Marcelo Deflino, director de Finanzas de la
filial argentina, también fue desplazado junto al de Recursos Humanos y
Desarrollo de Negocio.
Los millones de dólares (y las diferencias)
son el espejo que reflejan las presuntas irregularidades. La obra que el grupo
ganó para construir durante el kircnerismo -cuando Julio De Vido se encontraba
al frente del ministerio de Planificación– y está emplazada a pocos metros de
una mina de carbón comenzó con un presupuesto inicial de USD 485 millones.
Luego de 11 correcciones de precios, el costo creció de forma exponencial hasta
los USD 1.600 millones, de acuerdo a la Sindicatura General de la Nación (Sigen).
Y aún faltan USD 200 millones para
finalizarla, con lo cual escalaría hasta los 1.800 millones de dólares. Lo que
fue una de las grandes promesas para el sector, una vez que esté finalizada,
sólo proveerá 240 Megawatts: muy poca energía para una obra que costó el doble
que la central Atucha II. .
De acuerdo al comunicado, la empresa
"está colaborando con la Justicia tanto en España como en otros países en
todos los casos que están siendo investigados y continuará haciéndolo a medida
que se vaya progresando en las investigaciones mencionadas y en las propias
indagaciones internas". Y agregó: "Si como consecuencia se derivara
el conocimiento de algún hecho delictivo lo pondría en manos de las autoridades
judiciales".
Según se desprende de estos números, la
obra está sobrefacturada. Durante el último trimestre de 2015, la obra estuvo
paralizada. En la línea de tiempo, coincide con las elecciones presidenciales.
Pero en los primeros días de diciembre, la
empresa hizo un movimiento y presentó un pedido por poco más de USD 300
millones pendientes al gobierno de Mauricio Macri. La actual administración,
con Juan José Aranguren a la cabeza del ministerio de Energía, negó este
pedido, comenzaron las comunicaciones con el grupo español directamente y la
investigación se puso en marcha.
El grupo encargó una "auditoría
forensic" (análisis especial) a la consultora EY -una de las big four–
para investigar el alcance de los posibles delitos cometidos, de acuerdo al
diario Expansión de España.
La auditoría interna de la empresa (y el
avance de este presunto escándalo de corrupción) se dio por un cambio
sustancial en las acciones tras el acuerdo de reestructuración financiera
aprobado mayoritariamente por entidades financieras y bonistas, y se nombró a
un nuevo consejo de administración a nivel grupal.
Con todo, el comunicado oficial del grupo
aclaró que si las investigaciones terminan en
"el conocimiento de algún hecho delictivo", Isolux lo pondría
"inmediatamente en manos de las autoridades judiciales". Infobae.com