Condenaron a 18 años a un hombre por intento de femicidio y abusar de su pareja en Río Gallegos
Daniel Mansilla fue condenado a 18 años por las vejaciones a las que sometió a quien fuera su pareja y madre de sus hijos, a quien roció con alcohol y prendió fuego, en una escena que los vecinos pudieron denunciar, pese a lo cual, el violento transitó parte del proceso en libertad, incluso al momento de la hospitalización, él estaba allí.
Daniel Mansilla fue condenado a 18 años de prisión en el mediodía de este miércoles en Río Gallegos por el intento de femicidio y abuso sexual de quien fuera su pareja, quien la prendió fuego aunque no llegó a matarla, hecho tras lo cual ella fue internada en el Hospital Regional Río Gallegos por las quemaduras y una afectación significativa de su aparato respiratorio, pese a lo cual, mientras la policía la indagaba para conocer los hechos, él, victimario, se encontraba allí "acompañándola" en lo que parecía ser un hecho más dentro de un vínculo en el cual la violencia de género.
Luego de ello, en 2020 fue detenido y desde ese día, María, la víctima, transitó largos días de espera, hasta este en el que por fin pudo respirar con tranquilidad, al saber que quien la sometiera a pesar de decir amarla, pasará una larga temporada tras las rejas, quien pretendió arrebatarle la vida y hoy fue condenado por "lesiones graves agravadas por el vínculo de pareja, en contexto de violencia de género, abuso sexual agravado por el acceso carnal y amenazas calificadas agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real" una calificación gravísima que hoy terminó con una sentencia que determina que deberá pasar casi dos décadas en prisión.
La historia es de larga data, ellos eran vecinos, los separaban sólo unas casas, comenzó el amor, luego la familia comenzó a agrandarse y la violencia empezó a pesar que ella tenía un bebé de sólo tres meses y estaba embarazada de él con apenas 18 años, situación que persistió hasta que se produjo el ataque por el que ella terminó internada, con apenas 19 años, al borde de la muerte, pese a lo cual, nadie, ningún funcionario se percató del contexto de violencia de género del cual ella era víctima, por lo cual Mansilla siguió al lado de su cama mientras ella estaba internada con casi la mitad del cuerpo quemado y atemorizada por su presencia.
Esa omisión por parte de funcionarios de múltiples ámbitos, generó que la convivencia siguiera existiendo y la violencia también, pese a que previamente había sido derivada, le diagnosticaron 3 meses de vida y aún así, nadie actuaba.
La historia difundida por el diario La Opinión Austral, derivó en la detención del femicida en potencia y la posterior condena, que si bien la tranquiliza en cierto modo, le dejó secuelas perpetuas que intenta sanar para poder seguir por sus tres hijos de 5, 7 y 9 años, no sólo en lo físico, que es evidente, sino también en los psicológico.
Hoy María dormirá más tranquila, aunque las marcas de la violencia persistan en su cuerpo, sobrevive día a día a aquel ataque y lo hace por sus hijos. (El Diario Nuevo Día)