Alberto Torroba: homenaje radial al navegante que despojó su ego en el mar
En una emotiva entrevista realizada en el programa "Rock and Frío" por Radio Nuevo Día, el capitán Jorge González recordó al navegante argentino Alberto Torroba. La conversación, cargada de anécdotas y reflexiones, reconstruye la figura de un hombre que eligió vivir como pensaba: sin tecnología, confiando en la naturaleza y su intuición, y dejando una huella imborrable en la historia de la navegación espiritual.
Desde Barcelona, el capitán Jorge González participó en una entrevista íntima y reveladora en el programa "Rock and Frío", conducido por Javier Seveso en Radio Nuevo Día. Allí, recordó a Alberto Torroba, el navegante pampeano recientemente fallecido, cuya vida y travesía desafiaron toda lógica y se convirtieron en testimonio de una búsqueda profundamente espiritual.
Torroba, oriundo de Anguil, La Pampa, cruzó el océano Pacífico en 1989 a bordo de una canoa artesanal de apenas cuatro metros y medio, sin brújula ni sextante, guiado por las estrellas, las aves y su intuición. Pero, como remarcó González, más que un navegante fue "un viajero espiritual". Su vida estuvo marcada por el despojo, la búsqueda del sentido y la conexión con la naturaleza. "Tenía una relación profunda con el mar que iba más allá de la navegación. Allí encontraba lo que no hallaba en tierra", relató el capitán.
Lejos de ser un "hippie del mar" o un "loco", como algunos lo encasillaban, Torroba fue un hombre con una cosmovisión taoísta que aplicó a cada aspecto de su existencia: evitar lo superfluo, abrazar la sencillez y permitir que el entorno dictara el rumbo. "Cada tanto revisaba sus pertenencias y descartaba lo que no usaba. Vivía con lo mínimo y se guiaba por su instinto", explicó González.
Durante la charla, se repasaron momentos increíbles de su vida, como su paso por Japón, su experiencia en Papúa Nueva Guinea pescando perlas, o la creación del Ave Marina, la canoa con la que cruzó el Pacífico. Fue en ese viaje que perdió la oportunidad de reabastecerse en Galápagos, y aun así logró llegar a la Polinesia aplicando conocimientos de acupuntura para reducir el consumo de agua, una muestra más de su vasto saber adquirido en sus viajes por India, Nepal y otras culturas orientales.
El homenaje cerró con una reflexión del propio capitán González: "Es una pérdida, claro, pero también hay que pensar que fue un tipo que vivió como quiso, sin joder a nadie. En tiempos de inteligencia artificial, es bueno reivindicar lo opuesto: la intuición, la conexión con la naturaleza y la coherencia entre lo que uno piensa y cómo vive".
La historia de Torroba, recogida también en el libro Relato de un Náufrago y el Ave Marina, continúa inspirando a navegantes y buscadores. Este testimonio radial, cargado de admiración y respeto, se convierte en el primer homenaje profundo y sentido que se le realiza tras su fallecimiento.
Gracias Capitán Jorge González- Colaboración Jorge Quirós. (Diario Nuevo Día)