Ambiente Sur cerró su 2025 y destacó la agenda binacional para proteger al chorlito ceniciento en Patagonia
La Asociación Ambiente Sur realizó un balance anual de su trabajo en conservación ambiental en la Patagonia austral. El eje central estuvo puesto en la protección del chorlito ceniciento, una especie endémica y vulnerable. A través de una agenda binacional, la ONG busca evitar su extinción con acciones coordinadas entre Argentina y Chile.
La Asociación Ambiente Sur cerró un año marcado por avances y desafíos en el trabajo por la conservación ambiental, con un fuerte protagonismo del chorlito ceniciento o chorlo de Magallanes, una especie endémica de la Patagonia y categorizada como "Vulnerable". Durante el año se lanzó en Río Gallegos la Agenda Binacional para la conservación de esta ave y de los ambientes asociados que necesita para sobrevivir.
Desde la organización explicaron que el objetivo central es evitar la extinción de la especie a partir de acciones coordinadas entre Argentina y Chile. En ese marco, a comienzos de este mes se realizó la primera sesión informativa del Grupo de Trabajo Binacional, que reunió a especialistas y tomadores de decisiones para definir estrategias conjuntas de conservación y financiamiento.
Con el apoyo de Manomet Conservation Sciences, universidades regionales, organizaciones no gubernamentales y representantes de todos los niveles del Estado, 19 especialistas avanzaron en la conformación de una red de trabajo e investigación. Según destacaron, esta articulación busca no solo proteger al chorlito ceniciento, sino también conservar la estepa patagónica austral, uno de los ambientes más biodiversos del planeta.
Conservación en red y aprendizajes de un año complejo
Las acciones impulsadas por Ambiente Sur se desarrollaron en articulación con instituciones públicas, organizaciones civiles y ciudadanos comprometidos con el cuidado del ambiente. Desde la ONG señalaron que se trató de "un año de crisis que nos dejó aprendizajes hacia el interior de la organización", y remarcaron "el apoyo de la comunidad, de las organizaciones amigas y de aquellos que se comprometieron con nuestro trabajo".
En ese sentido, valoraron que más personas se sumaron a acompañar las iniciativas de conservación, comprendiendo que se trata de una tarea que requiere financiamiento sostenido. "Hemos realizado diversas campañas para convocar esa colaboración", indicaron referentes de la asociación, al destacar la importancia del compromiso social para sostener los proyectos a largo plazo.
Además, en el marco del Proyecto Pluvianellus, Ambiente Sur y el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura de Punta Arenas llevaron adelante el cuarto Censo Binacional de chorlito ceniciento. Esta instancia permitió monitorear la especie, registrar su distribución invernal y recolectar datos clave para su conservación.
Dos décadas de trabajo por el estuario y nuevos desafíos
Durante el año también se celebraron los 20 años de la declaración del estuario del río Gallegos como Sitio de Importancia Internacional para las aves playeras, un reconocimiento otorgado en 2005 por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras. En ese marco, se homenajeó a referentes históricos del proceso de conservación local.
El director de la Oficina Ejecutiva de la RHRAP, Rob Clay, destacó que "éste fue el primer sitio en que se dio relevancia al chorlo ceniciento, una especie endémica de Patagonia, única en el mundo y que no estaba en el radar para la conservación hasta ese momento". Y subrayó que "fue un hito histórico, pero el gran logro es el trabajo sostenido para mantener el sitio y ponerlo en valor frente a la comunidad".
Por último, Ambiente Sur remarcó que uno de los desafíos actuales es compatibilizar producción y conservación. A través del programa "Acuerdos - Conservación de aves y ganadería en la Estepa", la ONG impulsó junto a Ovis 21 la jornada "Regenera Santa Cruz", orientada a promover prácticas de ganadería regenerativa que protejan los pastizales y fortalezcan la producción local

