"Cambió el domicilio de la aventura", el profesor Pablo Giménez habló con Nuevo Día sobre el fenómeno de El Eternauta
Pablo Giménez, profesor de la UNPA y especialista en Literatura de Masas, analizó en Radio Nuevo Día la serie El Eternauta de Netflix. Destacó su fidelidad a la obra original de Oesterheld y Solano López, pero también señaló cambios relevantes. "La literatura te cuenta lo que va a pasar" dijo en una amena charla.
En diálogo con el programa "Arriba el Día" de Radio Nuevo Día, el profesor Pablo Giménez -titular de la cátedra de Literatura de Masas en la UNPA- ofreció una profunda lectura crítica sobre la serie El Eternauta, que actualmente es un éxito global en Netflix. Giménez, quien lleva casi dos décadas enseñando esta obra en las carreras de Letras y Comunicación Social, celebró su adaptación pero también marcó puntos clave para el análisis.
"Antes de El Eternauta, la aventura siempre pasaba afuera; Oesterheld le cambió el domicilio a la aventura, la trajo a Buenos Aires", dijo Giménez al remarcar el giro disruptivo que representó la historieta original, ilustrada por Solano López. Destacó que la visión de una ciudad nevada y devastada es "pura creación de Solano", quien además pensó los escenarios siguiendo el recorrido real de la línea 60 de colectivos. "Eso la serie lo respeta a rajatabla", añadió.
Al referirse a la versión audiovisual dirigida por Rubén Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín, subrayó que si bien hay modificaciones -como que el personaje principal sea excombatiente de Malvinas o que la historia arranque en la casa de Favalli-, lo esencial se conserva. "Puede haber muchos cambios, pero lo fundamental está", aseguró.
Para Giménez, la obra se estructura en tres líneas narrativas fundamentales. La primera es la "situación Robinson", donde los personajes están aislados y deben sobrevivir en soledad, algo que comparó con lo vivido durante la pandemia: "salgamos a buscar el morfi, los medicamentos, como si hubiera un tsunami". La segunda línea es la "situación combate", donde se toma conciencia del enemigo y nace la solidaridad. "Entre esas dos posiciones ante la vida, hago El Eternauta", explicó.
La tercera línea, que consideró igual de relevante, es el viaje en el tiempo. "No creo que vaya a terminar: es El Eternauta. Porque también lo que pasa con la literatura es que te atrasa y te adelanta", reflexionó. Y cerró con una frase que resume su visión: "La literatura no te cuenta lo que pasó, te cuenta lo que va a pasar. Esa es la cuestión. Por eso es eterna".
Además, elogió el agregado de nuevas capas simbólicas en la serie, como el uso de rock de los años 60, al que calificó como "otra lírica de masas". También destacó la participación del público como parte central de la literatura de masas: "participan todos, sobre todo el lector, sobre todo quien está escuchando".
Desde su cátedra, Giménez propuso a los estudiantes como trabajo práctico principal analizar la serie: "cuáles son las diferencias y qué es lo mismo". Con ese enfoque, El Eternauta sigue funcionando como una obra abierta, viva y vigente, tanto en las páginas originales como en la pantalla.
(El Diario Nuevo Día)