Chicos del Club Unión Santacruceña siguen varados en El Calafate y piden respuestas tras una presunta estafa
Padres y madres del Club Unión Santacruceña atraviesan horas de tensión y angustia luego de que una mujer, identificada como Marcela Godfrid, presuntamente los estafara con la venta de pasajes para un viaje deportivo a Córdoba. Los chicos quedaron varados en El Calafate, donde fueron asistidos por el municipio. Mientras tanto, las familias en Río Gallegos mantienen la calma, exigen respuestas y destacan la solidaridad de la comunidad.
Padres y madres del Club Unión Santacruceña atraviesan horas de tensión y angustia luego de que una mujer, identificada como Marcela Godfrid, presuntamente los estafara con la venta de pasajes para un viaje deportivo a Córdoba. Los chicos quedaron varados en El Calafate, donde fueron asistidos por el municipio. Mientras tanto, las familias en Río Gallegos mantienen la calma, exigen respuestas y destacan la solidaridad de la comunidad.
Una noche de angustia y solidaridad
El móvil de El Diario Nuevo Día acompañó durante la noche del jueves a las familias del Club Unión Santacruceña, que viven momentos de incertidumbre tras lo que describen como una "estafa" por parte de una mujer de apellido Godfrid, quien habría gestionado los pasajes para un viaje deportivo a Córdoba.
Los padres, en su mayoría madres que hablaron con este medio, confiaron de buena fe en una propuesta que incluía los vuelos y el traslado a Villa Carlos Paz, donde los chicos -de entre 8 y 10 años- participarían de un torneo infantil. Sin embargo, al llegar a El Calafate descubrieron que los pasajes no existían y que parte de la delegación no podía viajar.
"Nos mintió y jugó con la ilusión de los chicos. Algunos están en Córdoba sin pasaje de regreso y otros quedaron en El Calafate", contó Andrea Miranda, una de las madres afectadas, visiblemente angustiada. "Llamamos a la policía porque ya no sabíamos qué hacer. Queremos que vuelvan todos juntos y sanos", añadió.
Contención y ayuda en El Calafate
Ante la situación, el Municipio de El Calafate dispuso asistencia inmediata para los niños y adultos responsables. Los trasladaron al albergue municipal, donde recibieron comida y alojamiento. "Se portaron re bien, los chicos pudieron descansar y mañana jugarán un partidito para despejarse", contó el presidente del club, Claudio Leyenda, en diálogo con Nuevo Día.
Leyenda agradeció la solidaridad recibida: "La gente de Calafate respondió enseguida. Los fueron a buscar, les dieron cena y un lugar donde quedarse. Fue un alivio dentro de tanta angustia".
Mientras tanto, en Río Gallegos, el grupo de padres permanecía frente a la vivienda de la presunta responsable, acompañados por efectivos policiales y con asesoramiento legal. "Queremos resolver esto por las buenas, pero necesitamos una respuesta", señalaron.
Esperanza y unidad en medio del dolor
La delegación, dividida entre Córdoba y El Calafate, espera una solución definitiva para regresar a casa. Los padres ya iniciaron los trámites legales y no descartan una denuncia formal por estafa, aunque remarcan que su prioridad sigue siendo la seguridad de los chicos.
"Fue un sacrificio enorme de los padres y una ilusión muy grande para los chicos. Lo que más duele es la mentira", expresó Leyenda, quien destacó la actitud calma de las familias pese a la desesperación.
Desde El Diario Nuevo Día, seguimos acompañando la evolución de esta historia, que refleja no solo la vulnerabilidad de quienes confían en la buena fe, sino también la fortaleza y solidaridad que caracteriza a las familias santacruceñas. (Diario Nuevo Día)