Científicos del CONICET estudian fósiles de Patagonia y Antártida y buscan la relación con enfermedades actuales de réptiles marinos
Un estudio del CONICET analizó fósiles de plesiosaurios -reptiles marinos del grupo de los elasmosáuridos- hallados en la Patagonia y la Antártida. Los resultados muestran fracturas e inflamaciones comparables a las que hoy sufren ballenas y lobos marinos. La investigación, publicada en Cretaceous Research, abre nuevas perspectivas sobre la vida, las enfermedades y la ecología de los océanos cretácicos.
Investigadores del CONICET realizaron un análisis pionero sobre enfermedades óseas en plesiosaurios, un grupo de reptiles marinos conocidos por sus largos cuellos y cuerpos hidrodinámicos que habitaron los océanos entre 125 y 72 millones de años atrás, durante el Cretácico.
Los ejemplares estudiados, de entre 8 y 14 metros de longitud y con un peso estimado de 2 a 5 toneladas, estaban adaptados a la vida acuática con aletas especializadas para la propulsión y dientes cónicos para capturar peces y cefalópodos. Aunque no eran los depredadores tope, compartían ambiente con mosasaurios y tiburones gigantes.
Un estudio sin precedentes en Argentina y la Antártida
La motivación de los especialistas fue que, a pesar de existir fósiles muy completos en las colecciones paleontológicas, hasta ahora no había antecedentes sobre patologías en plesiosaurios de Argentina y la Antártida.
Matías Mitidieri, becario del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (CONICET-UNRN) y primer autor del trabajo, explicó: "Los estudios paleopatológicos permiten comprender la historia de lesiones y enfermedades en el registro fósil, deducir su causa y obtener información sobre la ecología y el comportamiento de estas especies".
La investigación, publicada en la revista internacional Cretaceous Research, analizó dos especies:
-
Vegasaurus molyi, hallado en la Isla Vega (Península Antártica), donde se detectó una fractura cicatrizada en una costilla, producto de un traumatismo directo.
-
Aristonectinae indet., de la provincia de Río Negro, en el cual se identificó periostitis -un proceso inflamatorio crónico- en varias vértebras y costillas, posiblemente causada por infecciones que pudieron afectar su capacidad de alimentarse y hacerlo más vulnerable a depredadores.
El pasado que dialoga con el presente
Uno de los puntos más relevantes del estudio es la comparación con enfermedades de animales marinos actuales. "Muchas de las patologías que observamos en reptiles marinos fósiles presentan similitudes con las de ballenas, lobos marinos e incluso reptiles actuales. Esto nos permite interpretar los fósiles desde una perspectiva biológica, entendiendo que, aunque vivieron hace millones de años, enfrentaban problemas de salud similares", detalló Mitidieri.
Los científicos incluso comparan fracturas en aletas de plesiosaurios con lesiones que hoy sufren las ballenas al colisionar con embarcaciones o en interacciones violentas.
La investigación no solo amplía el conocimiento sobre los ecosistemas del Cretácico en la Patagonia y la Antártida, sino que también ofrece una mirada más profunda sobre la continuidad de los problemas de salud que han acompañado a la fauna marina desde tiempos remotos hasta la actualidad.