¿Cómo cuidarse ante el frío y las nevadas? Bomberos y Policía emitieron recomendaciones
Ante las bajas temperaturas y las primeras nevadas en Santa Cruz, Bomberos y Policía emitieron una serie de recomendaciones clave para prevenir accidentes. Advierten sobre el uso correcto de calefactores, el riesgo de caminar sobre superficies congeladas y el cuidado de los grupos más vulnerables.
Con la llegada oficial del invierno, Santa Cruz ya registra nevadas y un marcado descenso de temperaturas en varias localidades. En ese marco, desde Bomberos y la Policía de Santa Cruz difundieron una serie de recomendaciones preventivas destinadas a la comunidad para evitar accidentes y situaciones de riesgo durante esta temporada.
El llamado a la precaución se enfoca tanto en el entorno urbano como en espacios naturales, donde la presencia de hielo y nieve puede representar un peligro oculto. Entre los consejos destacados, se insta a la población a abrigarse en capas, usar calzado antideslizante y evitar traslados innecesarios si no se cuenta con vehículos en condiciones óptimas.
Una de las advertencias más enfáticas apunta al uso responsable de estufas y calefactores. Las autoridades pidieron revisar el estado de estos aparatos para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono, un riesgo silencioso pero grave. También se recordó que las mascotas deben ser protegidas del frío extremo y no deben permanecer expuestas a la intemperie.
En cuanto a zonas de agua semicongelada, el mensaje fue claro: no caminar sobre el hielo, no permitir que los niños jueguen cerca de estos sectores y mantener a los animales con correa. Además, se pidió a la población respetar la cartelería de advertencia y reportar zonas peligrosas a las autoridades locales.
Las fuerzas de seguridad recordaron que la información oficial y actualizada sobre alertas meteorológicas se encuentra disponible en los canales institucionales del gobierno provincial y municipal. "Juntos podemos disfrutar del invierno de manera segura", señalaron en su comunicado.
El llamado a la responsabilidad individual es clave para garantizar un invierno sin sobresaltos, especialmente en un contexto de frío extremo donde la prevención puede marcar la diferencia.