¿Cómo es vivir viajando con dos hijos y un perro en un Renault 12?
Fiorella, más conocida como "Fiorelita Trotamundos", contó en diálogo con Javier Seveso desde Colombia cómo es recorrer América Latina junto a su pareja, sus dos hijos y su perra en una Renault 12 Break modelo 1980. Entre semáforos, escenarios improvisados y rutas eternas, comparten arte callejero, experiencias únicas y una forma de vida que desafía las estructuras tradicionales.
Desde una ruta de Antioquia, Colombia, Fiorella se conectó con Radio Nuevo Día para compartir su historia de vida itinerante. Junto a su pareja Ronald -venezolano-, sus hijos Celín y John Davis, y la perrita Maluca, adoptada en Perú, recorren América Latina en una Renault 12 rural modelo 1980, rebautizada como "la Break".
La historia comenzó en caminos separados: Fiore, oriunda de General Roca (Córdoba), ya mochileaba con su hijo pequeño cuando conoció a Ronald en un hospedaje en Perú. Desde entonces, la familia unió su destino sobre ruedas, viajando por Bolivia, Perú, Ecuador y actualmente Colombia, con la vista puesta en Venezuela y el eventual cruce al tapón del Darién rumbo a Centroamérica.
Arte callejero, autogestión y educación en movimiento
La familia subsiste del arte. "Hacemos malabares, varietés, números con fuego, música, artesanías y un poco de payaso", cuenta Fiore. Aunque sus hijos no participan activamente en los shows callejeros, se crían en ese ambiente artístico y libre, desarrollando sus propios talentos.
Respecto a la educación, Fiore explicó que acordaron con el Ministerio de Educación argentino un esquema de estudio independiente. Recibe los contenidos y los enseña ella misma, complementando con experiencias culturales del viaje. "La gente cree que el único modo de educar es en un aula, pero el mundo también enseña", afirmó.
Un viaje que es una forma de vida
Fiore destaca que el Renault 12, inicialmente desestimado, se transformó en un símbolo de resiliencia: "Vimos camionetas nuevas al costado de la ruta y nuestro ‘maquinón' seguía subiendo a más de 6.000 metros de altura". Incluso tras un episodio reciente en el que les rompieron el parabrisas mientras acampaban, siguen adelante con optimismo.
"Fiorelita Trotamundos" comparte su vida en redes sociales, donde suma seguidores que la apoyan en esta travesía. Su mensaje es claro: "Cada uno debería hacer lo que lo haga feliz. La vida no se detiene, y no nos llevamos nada más que lo vivido. Los verdaderos lujos están en lo espiritual".
En un mundo donde la estabilidad parece sinónimo de éxito, esta familia demuestra que el camino también puede ser hogar, escuela y escenario. Su historia no solo inspira a quienes sueñan con viajar, sino a todos los que buscan vivir con sentido.
Producción: @pabloeduardomouesca - (Diario Nuevo Día)