De la tragedia a la lucha: buscan penas más duras por muertes viales tras la muerte de "Pipi" Sánchez
Alejandro "Pipi" Sánchez tenía 24 años y murió en enero de 2023 tras ser embestido por un automovilista que cruzó un semáforo en rojo en Mar del Plata. Su padre, Oscar Sánchez, denuncia irregularidades policiales, una condena leve y una justicia que aún no repara la pérdida. Hoy impulsa una reforma al Código Penal junto a la diputada Ana María Ianni para que hechos como el que vivió su familia no queden impunes.
La muerte de un hijo es una herida que nunca cicatriza. Para Oscar Sánchez, padre de Alejandro "Pipi" Sánchez, esa herida se volvió también una causa. El 27 de enero de 2023, su hijo fue embestido por un automóvil en una esquina de Mar del Plata. Iba en moto, tenía paso con semáforo en verde, pero Maximiliano Actis Groso cruzó en rojo y lo mató.
"El bombazo fue tremendo, lo mataron en el acto. Y la policía nos hizo creer que él había pasado en rojo", relató Oscar en diálogo con Radio Nuevo Día 100.9. "Lo velamos pensando que había cometido una infracción", agregó con dolor. Recién con el testimonio de un amigo y las imágenes de un domo municipal comprobaron la verdad: Pipi había respetado todas las normas, pero igual murió.
A eso se sumó una denuncia aún más grave: según Oscar, la propia policía bonaerense le robó los 50 mil pesos que su hijo llevaba para comprar materiales de construcción. "Eso está verificado. Nunca apareció esa plata. Encima de muerto, lo robaron".
El juicio a Actis Groso se realizó en septiembre de 2024. Fue condenado a 4 años de prisión efectiva, aunque con los beneficios del sistema podría quedar libre en poco más de dos años. "Con esa pena, lo están educando para que vuelva a matar con un auto", denuncia su padre. Hoy Actis Groso alega adicciones desde la cárcel y cambió de abogado para buscar morigeraciones.
Frente a la bronca, Oscar decidió actuar. Junto a la diputada nacional santacruceña Ana María Ianni y con el apoyo del fiscal Rodolfo Moure, impulsa una modificación del artículo 84 bis del Código Penal, que endurezca las penas para quienes causen muertes viales graves. "Hay condenas de 3 años en suspenso para tipos que mataron a dos personas. Eso no puede pasar más", reclama.
El proyecto ya ingresó a la Cámara de Diputados de la Nación. Pero Oscar sabe que el camino legislativo es arduo: "Golpeé muchas puertas, muchos diputados me palmean, me dicen que sí, y después no te atienden más el teléfono".
La lucha no termina ahí. En medio del dolor, la familia se sostiene como puede. Su esposa, Inés, tuvo tres intentos de suicidio. Su madre, la abuela de Pipi, murió de un infarto cerebral el día que colocaron la estrella amarilla en la esquina del hecho. "Festejamos el cumpleaños de mi hijo en el cementerio", dijo Oscar, quebrado. .
Desde Santa Cruz, planean recolectar firmas para impulsar el proyecto. Con el respaldo del movimiento Estrellas Amarillas -del que también forma parte María Sans, madre de Leandro Vera, otro joven cuya muerte sentó jurisprudencia en 2011-, buscan poner en agenda una realidad que afecta a miles de familias argentinas.
El dolor por Pipi se transformó en lucha. Y esa lucha pide justicia. Justicia real. (Fuente: El Diario Nuevo Día)