De mochilera en Europa a seis años en motorhome: la historia de Coty Azinian y su perro Américo
La viajera y consteladora María Constanza "Coty" Azinian compartió en Rock and Frío (Radio Nuevo Día) su experiencia de vida en motorhome, acompañada de su perro Américo, con quien recorrió gran parte de la Argentina. Relató cómo el viaje la transformó, su paso por Río Gallegos durante la pandemia y su transición hacia las constelaciones familiares, una práctica que hoy difunde con un estilo propio atravesado por el humor.
La viajera y consteladora María Constanza "Coty" Azinian compartió en Rock and Frío (Radio Nuevo Día) su experiencia de vida en motorhome, acompañada de su perro Américo, con quien recorrió gran parte de la Argentina. Relató cómo el viaje la transformó, su paso por Río Gallegos durante la pandemia y su transición hacia las constelaciones familiares, una práctica que hoy difunde con un estilo propio atravesado por el humor.
Una vida en movimiento: de mochilera a motorhome
María Constanza recordó que su espíritu viajero comenzó a los 24 años, cuando pasó un año como mochilera en Europa. Esa experiencia le abrió la cabeza y le dejó un deseo firme: "Siempre proponía dejar todo y salir a viajar, pero al final entendí que no necesitaba a nadie para hacerlo, tenía que confiar en mí misma".
En 2019, con una pequeña camioneta Daewoo Damas, inició su aventura con un objetivo ambicioso: unir Ushuaia con Alaska. Sin embargo, el camino la llevó por otros rumbos y la pandemia la sorprendió en La Esperanza y Río Gallegos, donde pasó varios meses junto a otros viajeros. "Tengo recuerdos hermosos de la ciudad, de la gente que nos abrió las puertas y de las nevadas que nos tocaron vivir", contó.
Américo, compañero de ruta
El gran protagonista de sus viajes fue Américo, su perro, que la acompañó en cada parada. "Américo ama la naturaleza, si dependiera de él seguiríamos viajando", dijo entre risas. También relató que durante los recorridos trabajaba con charlas sobre adiestramiento canino y educación animal, lo que le permitió sostener su estilo de vida en la ruta.
Con los años, Coty decidió cambiar el rumbo laboral y dejar el mundo canino para dedicarse de lleno a otra de sus pasiones: las constelaciones familiares.
Constelaciones familiares: sanar con humor
Hoy instalada en San Isidro, Azinian se presenta como facilitadora de constelaciones familiares, una herramienta terapéutica que, según explicó, busca traer a la luz conflictos inconscientes que impiden el bienestar. "No es una terapia tradicional, es una técnica para trabajar temas que no nos dejan avanzar, desde problemas de pareja hasta proyectos estancados", detalló.
Lo distintivo de su propuesta es el humor: "Decidí ponerle humor a mi vida y también a las constelaciones. Situaciones que antes me dolieron hoy las puedo contar con risa, porque ya están sanadas. Eso conecta mucho con la gente".
Además de las sesiones individuales, ofrece talleres grupales tanto presenciales como online. "Se puede participar constelando, representando a otros o simplemente observando. Siempre algo te llega", aseguró.
Nuevos sueños y proyectos
Tras seis años viajando, Coty decidió vender su motorhome y buscar nuevos horizontes. "Lo que antes me hacía feliz hoy ya no me identifica. Ahora quiero proyectar una casa y nuevos sueños, porque la vida nómade fue un capítulo que ya cumplí", expresó.
Mientras tanto, sigue difundiendo sus experiencias y reflexiones a través de su cuenta de Instagram @constelacionesamerico, donde combina videos de humor con su mirada sobre la vida, los viajes y las constelaciones.
"Viajar me enseñó a confiar en mí, a disfrutar la simpleza y a reírme de lo que antes me dolía. Eso es lo que quiero compartir con otros", concluyó.
Producción- @pabloeduardomouesca - (Diario Nuevo Día)