Gimnasia 70 Hispano 76; se sufre, se gana y se vuelve al Rocha

Por Mariano Tagliotti (ex jugador de Liga Nacional)

Un partido difícil contra un rival que venía de perder 8 de los últimos 9. Fuera de casa al Celeste todo le cuesta, pero ganó y volvió al récord positivo (7-6 para sexto lugar) con 8 cotejos de 13 jugados lejos del reducto del Barrio Newbery. Louis, brindó muchas soluciones desde el goleo (25 puntos), Zalio jugó su mejor partido como hispanista y Paz tiene gol exterior y piernas para defender. La Liga Argentina 2022-2023 de básquetbol, no da respiro.

Ahí andan los hinchas de Hispano, fieles como siempre, yendo a alentar en lugares precisos de la geografía nacional; hay camisetas celestes en La Plata, Buenos Aires y Córdoba, garantidas. El pueblo hispanista es amplio, se despliega por cuestiones de estudio y laboral por todo el territorio, y llama la atención de relatores que no entienden cómo tan lejos del Sur profundo, se encuentran pingüinos patagónicos haciendo el aguante. La noche del 1 de diciembre de 2022 eran 4, firmes como tendón de canguro.

Ahí anda Gimnasia de La Plata, repleto de problemas, contratiempos y limitaciones. Su jugador franquicia (Gianella, 20 puntos) tiene 44 años. Sí, leyó bien, tiene 44 años, juega con un corazón inmenso y está impecable desde lo físico, pero una aseguradora le cobra una fortuna para autorizarlo al deporte de elite. Sobre el final, y aunque iba a presionar arriba, Reyes lo pasaba como poste. Su segunda vía de gol, Vallejos, es un ala pivot con un sobrepeso por lo menos de 20 kilos para entrar a practicar una actividad física profesional; tira bien, es guapo, se desenvuelve, pero es pesado en una categoría de rápidos. Lo paga. Barroso es un pivot con fundamentos e hizo bastante daño, 18 puntos agregados a los 16 de Alan Moreno, tirador. Eso, y muy pero muy poco más, solo sostenida desde la garra y la entrega para no sacar bandera blanca y luchar hasta el último minuto.

Hispano volvió a meter otra gira despareja, y ha ganado 3 de 8 salidas. Jugó muy bien por momentos, incluidos esta noche, y también muy mal por lapsos prolongados, donde la ingenuidad casi le hace que se escape el partido. El grupo humano es bueno, el cuerpo técnico trabaja mucho, pero no debería sufrir de esa manera para doblegar a un oponente que notoriamente es inferior. Notoriamente, y hasta faltando 20 segundos, el pescado no estaba vendido.

Y eso por qué? No termina de arrancar la cosa. Repleto de nombres y también con una idea clara que plasma por momentos, Hispano se agarra de lo que tiene para ir surfeando el torneo a la espera de una mejora. Es un equipo armado para salir campeón, pero no domina a los rivales como tal. Para salir primero en un torneo tan duro, hay que desearlo casi con locura y brindarse al 110; lo hace Reyes, lo hace Romero, a su manera buscan conseguirlo todos, pero queda el sabor de que en tres minutos malos se le puede ir el laburo de tres cuartos. Es un equipo por ahora, de quijada floja. Los norteamericanos son otro mundo, Louis mostró todo su arsenal en La Plata y Applewhite, hoy, es más duda que certeza; estético y con fundamentos, pero mansito como Lassie atada.

Zalio jugó un partido para enmarcar, con movimientos de pies para rebobinar y aprender si sos pibe y querés jugar a este deporte, además solidario para pasar la pelota. Y también sufrió en defensa ante un Barroso intenso. Con un Reyes normal (10 puntos) como el de esta noche en la provincia más grande del país, a Hispano le cuesta ganar.

¿Fernández Chávez? Algunos recordamos la historia de Guido Mariani el año pasado; no ha rendido, ni atrás ni adelante, y ya van 13 partidos. Después de los 30 años, decía el jugador tucumano Lauro Mercado, sólo se justifica que estés en cancha si aportás significativamente para ganar, y si no hay que darle lugar a los pibes. Es excelente deportista y profesional, líder positivo, pero el básquet rentado no es un club de amigos, e Hispano sufre ese armado basado en su gol. El cronista reza que Juan se enoje, y le tape la boca. Significaría que Hispano ganaría más partidos, al final del día, lo único que importa.

TORRE leyó bien el juego, el Lobo no tenía recambio interior y allí puso el balón. Le hizo daño, lo lastimó y hurgó en la herida, para sacar una diferencia que le permita ir al hotel, bañarse, bajar a comer y seguir masticando básquet como es su costumbre. Sabe, porque es inteligente, que el camino es sinuoso, y el compromiso grande. Pero ganas de trabajar, le sobran.

Los esperamos aquí, en Gallegos, para seguir creciendo.