Están igualados 2 a 2 , la Serie es una locura y en Santa Fe se decide todo: Hispano 68-Unión 99

En el avión, en el cole a Santa Fe, la ronda de mate (quizás adobada por un buen burrito, o una saborizada de naranja) será alrededor de tres nombres; el capitán Maxi Martin, que la rompió completa en los dos partidos en Gallegos, Juan Cantero, un interminable que jugó como si tuviese 24 años y no se hubiese lesionado jamás.

Y Daniel Hure, un hombre cruzado por mil convulsiones internas (los insultos de la hinchada Celeste, las críticas del periodismo) que estuvo a minutos del retiro de una carrera brillante el miércoles y hoy después de caminar el abismo mira la película y puede cerrar el año más difícil de su vida gritando de cara a la parcialidad Tatengue.

Habrá sonrisas, BUENA VIBRA, selfies. Ponce dio vuelta la imagen de su combinado, que pasó toda la presión a Hispano con un muy buen scouting. Hicieron el trabajo en 48 horas como un equipo de otra posición en la tabla. Lo del segundo tiempo en el Rocha fue un mazazo en la frente, ya que por momentos parecían una mezcla de los mejores Lakers en estático con el dinamismo de Phoenix.

Unión, en medio de todo el festejo, merecido, porque ganó dos paradas bravas en rodeo ajeno, tiene un solo problema: el miércoles 11 de mayo, ante un MALVICINO COLMADO COMO POCAS VECES EN SU HISTORIA, EL PARTIDO VA A ARRANCAR 0 A 0.

No es momento para derrotismos. Si como dicen algunos Hispano tiene un pie afuera de la Liga, también lo tiene Unión. CUANDO PASE LA BRONCA Y LA TRISTEZA, Y EL DOMINGO LOS DOS PLANTELES COMAN UN BUEN ALMUERZO PROTEÍNICO, UNIÓN VA A CAER DE QUE TIENE TODA LA RESPONSABILIDAD E HISPANO DE QUE NO TIENE NADAA QUE PERDER.

Es momento, más allá de amistades o diferencias personales, de encontrar un punto en común en el horizonte; hay que ir a ganar un partido. Sacando toda la bruma anímica, lo que hay es eso.

Se invierten los roles. A los dos, que por algo están donde están, les sienta horrible la responsabilidad de ganar ante su gente. Dudan. Se paralizan. No encuentran caminos. La perspectiva, porque hay horas para asimilar y digerir, es no visualizar de ninguna manera otra cosa, y aquí hablo de los dos equipos, que el 0 a 0 arriba del marcador. ¿Qué puede escribir este cronista del partido que no se explique en el resultado? En serio hacen falta números fríos y estadísticas para explicar lo que pasó?

Hay casos en la historia de quintos juegos ganados de visitante? Sí.

En series de descenso? Sí.

A pan y queso Unión es todo lo superior que mostró en el segundo tiempo? NO

Cómo responderán a los estímulos de los próximos días los dos equipos?

Cómo se va a sentir Unión si no lo quiebra a comienzos del último cuarto y el Celeste le respira ahí? Reiteramos, no es momento ni de balances, ni de lamentos, sino de velar armas. Habíamos dicho, en estas mismas líneas, que dos viajes por uno eran una carga que los locales iban a sentir. Pero no hay nada más pesado en estas instancias, que tener la RESPONSABILIDAD.

Para el miércoles falta mucho. Y sí, habrá una fiesta preparada. Toda una hinchada enorme alentando en las tribunas. Familiares viajando a disfrutar con los jugadores la salvación. Empresas con ganas de apoyar e invertir en la camiseta. Sonrisas.

El único asterisco, es que la cosa está 0 a 0. Y son cinco contra cinco. Y la única lucha que se pierde, es la que se abandona.