Docentes santacruceños ya aplican IA en clase: el cambio que empieza en el aula

Desde fines de 2022, la inteligencia artificial dejó de ser una promesa tecnológica para convertirse en una herramienta cotidiana, también en las aulas de Santa Cruz. Así lo plantea el ingeniero y docente universitario Mauro Ziehlke, quien desde su experiencia profesional en ZimaTech viene acompañando procesos de implementación de IA en contextos educativos y comunitarios de la provincia. "La IA llegó sin manual, sin formación previa y con un potencial inmenso que no siempre sabemos cómo usar", afirma.

En su análisis, Ziehlke remarca que la inteligencia artificial no reemplaza al docente, sino que redefine su rol como diseñador de experiencias de aprendizaje. "Hoy tenemos inteligencias artificiales que conversan, que explican y generan contenido. Pero también cometen errores. La clave está en enseñar a validar, a desarrollar pensamiento crítico y a usar con criterio", explica.

Una experiencia concreta fue el curso dictado en mayo en Gobernador Gregores, donde se trabajó con docentes sobre usos pedagógicos de la IA. Allí, más allá de las herramientas tecnológicas, se fortaleció el acompañamiento humano. "No hablamos solo de software. Hablamos de docentes que prueban, que preguntan y que rediseñan sus clases pensando en inclusión y competencias", subraya.

Para Ziehlke, la implementación responsable de IA no necesita expertos en tecnología, sino equipos curiosos y abiertos. Por eso, propone una estrategia basada en tres ejes: formar equipos locales con pensamiento crítico, adaptar soluciones a cada contexto y garantizar conectividad acompañada de formación. "No se trata de imponer soluciones, sino de construirlas con cada comunidad", indica.

En un territorio como Santa Cruz, donde persisten brechas de acceso tecnológico, la IA puede ser aliada si se la incorpora con sentido pedagógico. Ziehlke enfatiza que el proceso debe ser sostenido: "Sabemos que los próximos dos años serán claves. Esto no se cambia de un día para otro. Requiere compromiso, tiempo y visión".

Así, la educación en Santa Cruz encuentra en la inteligencia artificial no una amenaza, sino una oportunidad de potenciar lo que ya se hace bien. "La IA no viene a reemplazar a nadie. Viene a multiplicar lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos", concluye Ziehlke.