Historias en la ruta

El argentino que rescata pueblos fantasmas viajando en un Peugeot 404 igual al de su padre

El viajero y fotógrafo Pablo Delonghi conversó con Javier Seveso en Rock and Frío (Radio Nuevo Día 100.9) sobre su proyecto "Viajando en el 404", una travesía por el país a bordo de un Peugeot 404 restaurado, igual al que tuvo su padre. En cada viaje, Delonghi recorre pueblos que quedaron detenidos en el tiempo tras el cierre de los trenes, registrando sus historias, sus personajes y su belleza olvidada.

Redacción Nuevo Día
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El viajero y fotógrafo Pablo Delonghi conversó con Javier Seveso en Rock and Frío (Radio Nuevo Día 100.9) sobre su proyecto "Viajando en el 404", una travesía por el país a bordo de un Peugeot 404 restaurado, igual al que tuvo su padre. En cada viaje, Delonghi recorre pueblos que quedaron detenidos en el tiempo tras el cierre de los trenes, registrando sus historias, sus personajes y su belleza olvidada.

Un auto con historia y memoria

"Hoy nos vamos de viaje, pero de esos viajes que tienen memoria, olor a ruta y canciones viejas", dijo Javier Seveso al presentar la charla. Del otro lado del teléfono, desde San Fernando (Buenos Aires), Pablo Delonghi respondió con la misma serenidad que transmite su proyecto: "Viajando en el 404".

El protagonista de esta historia es un Peugeot 404 modelo 1977, restaurado con paciencia y amor.

"Era el auto de mi viejo. Fue el primero al que me subí, con el que íbamos a las vacaciones o a visitar a los abuelos. Tenía techo corredizo, y para mí, de chico, eso era mágico", recordó Pablo.

Años después, decidió reconstruir ese vínculo. Compró un 404, lo restauró pieza por pieza y lo convirtió en su compañero de ruta.

"No era la idea hacer viajes tan largos. Empecé a salir por la zona, pero el auto andaba tan bien que cada vez me animaba a ir más lejos."

Así nació su recorrido por pueblos olvidados, esos que alguna vez tuvieron estación de tren, hotel y bar, pero quedaron vacíos cuando las vías dejaron de tener vida.

El argentino que rescata pueblos fantasmas viajando en un Peugeot 404 igual al de su padre

 en silencio

Delonghi trabaja en el ferrocarril, y esa conexión con los trenes marcó su destino:

"Viví el cierre de ramales en los '90. Vi cómo los pueblos se fueron apagando. El tren traía vida, movimiento, encuentros. Hoy, muchos de esos lugares quedaron con 200 o 300 habitantes, casi todos mayores."

El viajero cuenta que en cada pueblo hay alguien esperándolo: "Vas con el 404 y la gente se acerca enseguida. Te saludan, te cuentan que su abuelo tenía uno igual o que viajaban en tren a la ciudad. Cada historia te emociona."

Uno de los sitios que más lo impactó fue Villa Epecuén, la ciudad turística sumergida por una inundación en 1985.

"Cuando el agua se retiró, quedaron las ruinas petrificadas. Caminás por lo que fue una ciudad y solo ves esqueletos de edificios. Es un lugar con una energía muy fuerte. Lo visité varias veces porque necesitaba entenderlo."


El argentino que rescata pueblos fantasmas viajando en un Peugeot 404 igual al de su padre

Un archivo de memoria sobre ruedas

Su cuenta de Instagram, @viajandoenel404 , se transformó en un archivo visual y emocional de esos recorridos. Todas las fotos las saca con su celular:

"Uso lo que tengo a mano. La idea es mostrar que esos lugares existen, que hay gente que todavía los habita y que merece ser visitada. Cuando alguien me dice ‘fui a conocer ese pueblo por vos', siento que cumplí la misión."

En cada parada, el ritual se repite: llegar a la vieja estación, caminar por la plaza, hablar con los vecinos. "La estación es el corazón del pueblo. Si está cuidada, el pueblo también lo está. Es un reflejo del amor por su historia."

Durante la charla, Seveso destacó la sensibilidad del proyecto: "Más allá del auto, estás reconstruyendo un pedazo de la Argentina profunda".

Pablo manifestó : "Sí, esto es un homenaje. A mi viejo, a los trenes, y a todos esos lugares que no salen en los folletos de turismo. Es el lado B del viaje."

El 404 y la ruta: una terapia

El Peugeot se convirtió en su compañero inseparable. "Nunca me dejó tirado. Es noble. Una vez se rompió la bomba de nafta y un hombre del pueblo me llevó al mecánico y me dio alojamiento. Esa solidaridad no la olvidás más", contó.

Sus viajes suelen ser en solitario. "Para mí es una terapia. Pongo mis cassettes -tengo mi valijita de los 80-, suenan Los Abuelos, Charly, Spinetta, y manejo tranquilo. Es volver en el tiempo. Sin aire acondicionado, con el viento entrando por la ventanilla y el cielo como techo."

Seveso imaginó la escena: "Parece una película de Campanella: un 404 blanco recorriendo pueblos fantasma al ritmo del rock nacional." "Sí, pero es real. Es mi manera de viajar, de pensar, de reconectar con lo simple", dijo Pablo.

El argentino que rescata pueblos fantasmas viajando en un Peugeot 404 igual al de su padre

Sueños y proyectos

Delonghi planea editar un fotolibro con imágenes e historias de sus viajes. "Me lo vienen pidiendo hace tiempo. Quiero hacer un libro con fotos y relatos de estos pueblos, para que no se pierdan en el olvido."

Antes de despedirse, recomendó algunos de sus destinos favoritos: Urdinarrain (Entre Ríos), Villa Tulumba (Córdoba) y Sierra de la Ventana (Buenos Aires).

"Son pueblos hermosos, tranquilos, donde todavía se puede dejar la puerta abierta y escuchar los pájaros en la mañana. Lugares donde la vida pasa más despacio."

Y cerró con una frase que resume su espíritu: "No viajo para llegar. Viajo para recordar."

Pablo Delonghi continúa recorriendo la Argentina a bordo de su Peugeot 404, compartiendo historias, fotos y emociones bajo su lema: "No hay pueblo olvidado si alguien vuelve a visitarlo." ( Diario Nuevo Día)

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