El grave caso de una presunta falsa denuncia en Santa Cruz: lo acusaron por violencia de género, no pudo ver a su hijo y encima paga el alquiler de su ex
Leonel, vecino de Santa Cruz, reclama justicia tras haber estado un año y medio sin poder ver a su hijo por una denuncia de violencia de género que no prosperó. A pesar de cumplir con la cuota alimentaria y afrontar un pago adicional de 800 mil pesos mensuales, asegura que la justicia fue parcial en su caso y que sus derechos como padre fueron vulnerados.
Leonel decidió hacer público su caso tras un año y seis meses sin poder ver a su hijo, a raíz de lo que él asegura fue una falsa denuncia por violencia de género presentada por su expareja. Aunque la causa no prosperó, se le impusieron restricciones que limitaron totalmente el vínculo con su hijo.
"Me hicieron falsas denuncias y no las aprobaron, no las avalaron en la justicia penal. Aun así, estuve sin ver a mi hijo durante 18 meses", afirmó. "Hoy apenas lo puedo ver una hora a la semana en el SENAF", explicó visiblemente afectado.
Obligaciones económicas extremas y fallos contradictorios
Además de las limitaciones de contacto, Leonel señala una carga económica que considera desproporcionada: "Pago 800 mil pesos por el alquiler de la casa donde vive mi expareja con su nueva pareja, más la cuota alimentaria de $550 mil. Eso representa el 35% de mi sueldo, y lo cumplo todos los meses".
Criticó además lo que considera una doble vara judicial. "A mí no me dieron la restricción cuando la pedí, pero a ella sí, sin fundamentos claros. Después, otro juez dio vuelta la decisión y me dejó sin explicaciones. Hay resoluciones que no están fundamentadas y eso me deja en una situación de completa indefensión".
"No se me escuchó, solo quiero ser padre"
Leonel relató cómo debió hacer gestiones por su cuenta, llamando a Gallegos, al SENAF y a la Defensoría, para lograr que al menos le permitan ver al niño. "Hice cuatro exposiciones previas contra ella por amenazas. Denuncié, pedí ayuda, pero nunca se escuchó mi versión", expresó.
"Hoy me piden que sea padre económicamente, pero me impiden ejercerlo afectivamente. Mi hijo me dice que me quiere ver más tiempo, y yo me pregunto: ¿quién me devuelve este año y medio perdido?".
También relató situaciones de acoso por parte de su expareja, que a pesar de tener una orden de restricción, se acercó a su actual pareja en espacios públicos. "Si realmente tuviera miedo, no se sentaría a 10 metros de mí en un microestadio", apuntó.
Leonel apeló la resolución en la Cámara y denunció agravios. Mientras espera respuesta, hace pública su historia para visibilizar una realidad que, asegura, afecta a muchos padres en silencio.
"Yo quiero ser feliz, rehacer mi vida, y también tengo derecho a estar con mi hijo. Solo pido que la justicia actúe con equidad", concluyó. (Nota redactada por El Diario Nuevo Día en base al video de Señal Calafate)