"Estamos en una Argentina de hostilidad constante contra la prensa", la directora de Tiempo Argentino habló con Nuevo Día sobre la intimidación de Caputo a fotógrafo del medio

• Un nuevo episodio de hostigamiento a la prensa vuelve a encender alarmas sobre el ejercicio periodístico en la Argentina. Esta vez, el fotógrafo Antonio Becerra, del diario cooperativo Tiempo Argentino, fue víctima de una intimidación directa por parte de Santiago Caputo, asesor del presidente Javier Milei. El hecho ocurrió en la previa del debate de candidatos a legisladores porteños, un evento de relevancia institucional y con acceso público. Allí, Caputo le quitó a Becerra su credencial de prensa y le sacó una fotografía sin su consentimiento.

La actitud del funcionario fue fuertemente repudiada por organizaciones gremiales y medios de comunicación, quienes lo enmarcan en una escalada de violencia institucional hacia trabajadores de prensa desde el inicio del nuevo gobierno. Caputo, además, no es ajeno a otras situaciones polémicas: ya ha sido señalado por conductas inapropiadas y acciones intimidatorias en redes sociales y en el ámbito político.

En comunicación con el programa "Fuera de Contexto" de Radio Nuevo Día, Malena Winer, presidenta de la cooperativa que edita Tiempo Argentino, expresó su preocupación y repudio. "Estamos en una Argentina de hostilidad constante contra la prensa y contra los reporteros gráficos", sostuvo. 

Winer explicó que el propio Becerra no quiso hablar públicamente porque se encuentra abrumado, y remarcó: "Pablo Grillo sigue internado, el sindicato de prensa de Buenos Aires no para de presentar denuncias por agresiones. Lo que hizo Antonio fue simplemente su trabajo: tomar fotos en un acto público". En ese marco, destacó la valentía del fotógrafo, quien pese a las advertencias, decidió continuar con su labor profesional.

"Es inaudito leer a un Presidente decir que no se odia lo suficiente a la prensa. Hay que volver a lo básico: la prensa informa, y ese es nuestro trabajo", afirmó, señalando que estos episodios buscan deslegitimar la tarea de los medios y generar un clima de intimidación. También aclaró que Becerra estaba correctamente acreditado, en un lugar público, donde incluso había otros fotógrafos realizando la misma tarea.

"Nos obligan a salir a contar lo que pasa. Nadie invadió propiedad privada ni cometió ninguna falta. Es un hecho de interés público que afecta no sólo a los medios, sino a toda la ciudadanía", concluyó. Winer insistió en que este tipo de situaciones deben ser visibilizadas y repudiadas en todo el país: "Esto no ocurre solo en Buenos Aires, también en las provincias. Lo que pasó con Antonio es una mega alerta".

(El Diario Nuevo Día)