Este domingo, Río Gallegos despidió a Fernando Alturria, un símbolo malvinero con honores
Fernando Alturria, veterano de la Guerra de Malvinas y referente de la memoria colectiva de Santa Cruz, falleció el sábado a los 63 años. Río Gallegos le brindó un sentido homenaje con una caravana que recorrió espacios emblemáticos de su vida. Su legado como excombatiente y defensor del reclamo soberano permanece intacto.
Este domingo por la mañana, Río Gallegos despidió con profundo respeto y dolor a Fernando Alturria, veterano de Malvinas y referente indiscutido de la causa malvinera en Santa Cruz. La ciudad amaneció cubierta por una densa neblina, como si el clima acompañara el duelo colectivo.
A las 11 horas, el cortejo fúnebre partió desde el Gimnasio Municipal 17 de Octubre, donde fue velado durante el sábado. La caravana avanzó por puntos clave de su historia personal: el Centro de Veteranos "José Honorio Ortega" -que presidió durante años- y el Monumento a Malvinas.
Finalmente, llegó al cementerio local, donde descansan ahora sus restos.
Un homenaje cargado de símbolos y memoria
Uno de los momentos más emotivos del recorrido se vivió frente al Centro de Veteranos. Allí, sus compañeros lo despidieron con un saludo militar, en una escena de profundo recogimiento. "Fernando fue nuestro guía, nuestro hermano de lucha.
Su voz quedará resonando en cada acto, en cada escuela, en cada joven que escuche hablar de Malvinas", expresó uno de los excombatientes presentes.
Alturria tenía 63 años. A los 19, combatió como cabo en el Regimiento de Infantería 12 de Mercedes durante la Guerra de 1982. Participó del duro combate de Pradera del Ganso y desde entonces se convirtió en un incansable militante por la memoria.
El legado de un patriota comprometido
Su frase "Cada argentino que pise Malvinas es una bandera flameando" sintetiza el compromiso con el que vivió su vida. Este año, realizó su tercer viaje a las islas y visitó el cementerio de Darwin para homenajear a José Honorio Ortega, el único santacruceño caído en combate.
Durante años, desde el Centro de Veteranos, impulsó charlas, actos escolares y viajes educativos como parte de un profundo proceso de "malvinización" que él mismo ayudó a definir y fortalecer.
Fernando Alturria no solo fue un excombatiente: fue un símbolo local, un formador de conciencia, un vecino comprometido. Río Gallegos le dio el último adiós, pero su historia seguirá viva en cada bandera izada y en cada generación que recuerde su entrega.
Fotos: Cristian Robledo