"Gringui" Herrera revivió en Rock and Frío la historia de Los Abuelos de la Nada
Augusto "Gringui" Herrera, guitarrista histórico de Los Abuelos de la Nada, dialogó con Javier Seveso en el programa "Rock and Frío" por Radio Nuevo Día. En una charla íntima, repasó su historia con Andrés Calamaro, su vínculo con Miguel Abuelo y su presente junto a Gato Azul. También habló de su etapa con Fito Páez y Alejandro Lerner, y reveló cómo nació la emblemática "Tristeza de la ciudad".
Augusto "Gringui" Herrera, guitarrista histórico de Los Abuelos de la Nada, dialogó con Javier Seveso en el programa "Rock and Frío" por Radio Nuevo Día. En una charla íntima, repasó su historia con Andrés Calamaro, su vínculo con Miguel Abuelo y su presente junto a Gato Azul. También habló de su etapa con Fito Páez y Alejandro Lerner, y reveló cómo nació la emblemática "Tristeza de la ciudad".
De la plaza a los escenarios: los primeros acordes de una vida con guitarra
Gringui Herrera nació en Córdoba, pero desde bebé vivió en Buenos Aires. Allí, en el barrio de Belgrano, entre partidos de fútbol en Plaza Alberti y actos escolares, empezó a escribir su historia con una guitarra en la mano. "Aprendí a tocar en la escuela y después no paré más. Tocaba en los actos, y cada vez que había uno, ya sabían a quién llamar", contó entre risas.
Durante la entrevista, recordó también cómo lo marcó la música que escuchaba en su infancia: "Los Beatles, Creedence, Led Zeppelin... todo eso me nutría. Pero también Sui Generis, Vox Dei, toda la camada del rock nacional".
Su amistad con Andrés Calamaro surgió en la secundaria. "Nos conocimos en el colegio. Él tocaba en Raíces, yo en Carolina, y enseguida pegamos onda. Después empezamos a hacer canciones juntos, de ahí salieron varios temas del primer disco de Los Abuelos", relató.
Los Abuelos de la Nada y el sonido de una generación
Uno de los momentos más emotivos de la charla fue cuando Seveso le preguntó por su primer encuentro con Miguel Abuelo. "Fue en una sala de ensayo en San Telmo. Andrés ya estaba tocando con ellos y me insistió para que fuera. Ahí lo vi por primera vez, un tipo magnético, tremenda energía", recordó Gringui.
El ingreso oficial a Los Abuelos fue en 1985, justo para grabar el disco en vivo en el teatro Ópera. "Estar ahí fue algo mágico. Lo tomé con naturalidad, porque ya era amigo de todos, pero lo disfruté muchísimo", confesó.
Sobre "Tristeza de la ciudad", uno de los himnos del rock argentino, reveló: "La compuse volviendo en colectivo, después de buscar unos análisis para mi abuela. Estaba nublado, gris, lloviznando. Llegué a casa y salió entera, de un tirón, letra y música. Fue en 1981. A veces los temas vienen así, como dictados".
Javier Seveso comentó: "Justo hoy tenemos un día así en Río Gallegos, frío, gris... como ese en el que escribiste el tema". Y Gringui sonrió: "Tal cual, parece el mismo cielo. La ciudad tiene días así que te inspiran".
Entre la nostalgia y el presente: una nueva etapa con Gato Azul
Actualmente, Herrera forma parte de la renovada formación de Los Abuelos de la Nada, junto a Gato Azul, el hijo de Miguel Abuelo. Están grabando nuevas versiones y también temas inéditos. "Estamos haciendo ‘Mariposas de madera' con un estilo más country. Y también ‘Levantando temperatura', pero con la onda rock and roll con la que lo hicimos en los primeros ensayos con Andrés", explicó.
Además, continúan las giras. "Estuvimos en Catamarca, Misiones, Córdoba... nos falta Río Gallegos", lanzó con una sonrisa al aire. Seveso recogió el guante: "Bueno, quedás invitado, vamos a empujar para que lleguen al sur".
Gringui también recordó su paso por la banda de Fito Páez: "Grabé en Circo Beat y Euforia, y salimos de gira. Fito es un artista tremendo, aprendí mucho con él". Y sobre Alejandro Lerner, fue claro: "Toco con él hace 22 años. Nos conocemos de toda la vida. Es un compañero, un músico de puta madre".
Una guitarra, una vida, y un mensaje para los que empiezan
Ya en el cierre, Seveso le preguntó qué momento de su carrera elegiría si tuviera que enmarcar uno solo. Gringui no dudó: "El primer show con Carolina, en el Teatro del Carmen. Ahí sentí que esto era lo mío. Fue mi primer contacto real con el escenario".
Y dejó un mensaje claro para los músicos jóvenes: "Que le den para adelante, que no se frustren. A todos nos cuesta. A veces no hay shows, pero la música siempre te da algo. Hay que seguir creando, tocando, grabando. Es lo que nos mantiene vivos".
La entrevista cerró con la frase que lo define: "Soy abuelo de la nada, pero no soy abuelo todavía. Aunque en espíritu, sí".
Producción @pabloeduardomouesca - Gracias Marcelo Russo. (Diario Nuevo Día)