Condena a 12 años a enfermero de Río Gallegos por abuso de paciente: "Las pruebas psicológicas y médicas son contundentes"
La Cámara Criminal de la Primera Circunscripción Judicial condenó a 12 años de prisión efectiva al enfermero Andrade, hallado culpable de "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda" contra un paciente del Centro de Salud Mental de Río Gallegos. La querella celebró el fallo y aseguró que las pruebas fueron contundentes en diálogo con Radio Nuevo Día.
La Cámara Criminal de la Primera Circunscripción Judicial dictó una sentencia ejemplar contra el enfermero Andrade, condenado a 12 años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda", tras comprobarse que abusó de un paciente dentro del Centro de Salud Mental de Río Gallegos.
El tribunal desestimó los pedidos de absolución de la defensa y respaldó los argumentos de la Fiscalía y de la querella, representada por los doctores Cristian Arel y Gabriel Bertorello.
"No era inocente, continuará preso"
En diálogo con "Fuera de Contexto" de Radio Nuevo Día, el abogado Cristian Arel fue categórico:
"No se trata de una falsa denuncia, como algunos intentaron instalar. Hay pruebas materiales, médicas y psicológicas contundentes que acreditaron el abuso. Andrade no era inocente, y continuará preso".
El letrado explicó además que el fallo ratifica la responsabilidad penal del acusado y aporta tranquilidad a las familias: "Esto demuestra que hay consecuencias cuando alguien comete un delito tan aberrante".
Respecto a quienes reclamaban una condena mayor, Arel aclaró:
"Lo que se pidió fue una pena justa, proporcional al delito cometido y al marco legal. Prometer prisión perpetua hubiera sido irresponsable y poco serio".
El abogado también señaló la necesidad de que los centros de salud refuercen sus protocolos: "Me preocupa profundamente que en una institución destinada a la contención y al cuidado, un paciente en situación de vulnerabilidad haya terminado siendo víctima de un abuso. Es imprescindible que se tomen recaudos para que no vuelva a suceder".
Además, adelantó que se analiza una acción civil para garantizar el acceso a terapias y asistencia psicológica para la víctima.
El proceso judicial, que comenzó en 2023, atravesó distintas instancias hasta llegar a esta condena. Para Arel, la sentencia tiene solidez jurídica: "Si este caso llegara a la Corte Suprema, confirmaría la pena. Las pruebas fueron contundentes y el fallo tiene un grado total de certeza".
(El Diario Nuevo Día)