Inédito en Santa Cruz: juicio por abuso incluye una autopsia psicológica
El juicio por la muerte de Millaray Cattani comenzó este 25 de junio en Caleta Olivia. La joven, de 15 años, se quitó la vida en 2021 tras haber sido víctima de abuso sexual. La causa incluye una herramienta inédita en la provincia: una autopsia psicológica. La familia espera una condena ejemplar contra el acusado, procesado por abuso con acceso carnal.
Con el inicio del juicio por la muerte de Millaray Cattani, una adolescente de Puerto Deseado que se quitó la vida en abril de 2021, el proceso judicial marcó un antecedente inédito en la provincia de Santa Cruz: la utilización de una autopsia psicológica como prueba central. La técnica, nunca antes aplicada en casos de abuso sexual en la región, permitió reconstruir el estado emocional y las circunstancias que atravesó la joven antes de su trágica decisión.
Millaray tenía 15 años cuando, el 14 de abril de 2021, decidió terminar con su vida. En aquel momento, la familia no comprendía del todo las razones detrás de su decisión. Sin embargo, con el correr de las horas, y a partir del testimonio de sus amistades más cercanas y la lectura de su diario íntimo, surgió una verdad estremecedora: Millaray había sido víctima de abuso sexual dos años antes, cuando tenía 13.
El acusado, identificado con las iniciales G.E.D., tenía 19 años al momento del abuso y fue la última persona con la que Millaray habló antes de su muerte. Según relató Ayelén Cattani, hermana de la joven, el agresor continuó hostigándola hasta su último día de vida. "La persona que la abusó la siguió hostigando hasta el final", sostuvo en diálogo con Radio Vanguardia.
Lo que distingue a esta causa de otras en la provincia es la incorporación de una autopsia psicológica. Este recurso judicial se basó en el análisis de pertenencias personales, cuadernos, libretas y el diario íntimo de Millaray, además de testimonios de amigos y familiares, para establecer una línea de tiempo emocional y de hechos que contribuyeran a esclarecer los motivos de su suicidio.
Actualmente, G.E.D. está procesado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, y la querella solicita la pena máxima prevista: 15 años de prisión. Para la familia, el juicio representa la esperanza de que se haga justicia, no solo por Millaray, sino también por otras víctimas silenciadas. "Este día lo esperamos durante cuatro años. Tenemos fe y esperanza de que se vea la verdad y que se condene como corresponde", afirmó Ayelén.
La comunidad de Puerto Deseado ha mostrado un fuerte acompañamiento desde el inicio del caso, algo que la familia valora profundamente. "Millaray es el centro de todo. Hoy no puede hablar, por eso nosotros somos su voz", expresó su hermana, quien también remarcó el sacrificio que implicó para la familia postergar el duelo personal para poder enfrentar este proceso judicial.
Con la expectativa puesta en una condena ejemplar, el juicio continúa en Caleta Olivia. La familia espera que, al finalizar este largo camino, Millaray pueda finalmente descansar en paz. (Fuente: La Vanguardia Noticias)