Preocupa la crudeza del invierno en el campo santacruceño

Persisten la nieve, las heladas y hay pronóstico de nevadas en la precordillera. Los animales sufren el frío y caminan kilómetros en busca de alimento, evitando escarcharse.

Este 2020 será memorable -principalmente por el Covid 19- en el mundo entero y todas las vicisitudes que surgen de él. Los ambientalistas indican que, si en algo positivo pudo haber incidido indirectamente el virus, fue en la disminución de tránsito aéreo, marítimo y terrestre en el mundo, por ende, en la "limpieza" del planeta, recuperación de la capa de ozono y la merma en los niveles de contaminación de las grandes ciudades. 





Lo que no imaginamos los sureños, acostumbrados a los últimos inviernos "benignos", fueron las sorpresivas nevadas y heladas que se viven hoy en la Patagonia, tanto en la ciudad como en el campo.





En Río Gallegos, luego de varias nevadas intermitentes y un tímido deshielo que no prosperó más de un día entero, continuamos padeciendo la inclemencia del tiempo, con temperaturas bajo cero, nieve y escarcha casi perenne, en una ciudad que demostró no estar preparada para tanta crudeza. Barrios periféricos con calles intransitables, sin agua ni gas, son la prueba de ello.





Una situación similar se vive en el campo debido a la permanencia de nieve y escarcha que dificultan el pastoreo de los animales. Tan es así, que en la zona de cuenca carbonífera donde se acumuló alrededor de 60 centímetros de nieve (ayer deshielando y hoy nuevamente con pronóstico de nevada) un productor rural comentaba a Nuevo Día que hacía mucho tiempo no veía un invierno tan "fulero", muchos guanacos débiles en sus dormideros, liebres,zorrinos y choiques (avestruces) muertos congelados, ya que se les escarchan las patas, quedan literalmente "pegadas" al suelo y el animal no logra sobrevivir.





 Un toro con problemas para caminar, quedó echado soportando la inclemencia del tiempo





No es mejor el panorama para la hacienda: ovejas, vacas y caballos recorren         -como pueden- caminos en busca de pasto y ramonean la mata negra, intentando escapar del frío. Recorridas obligadas a caballo, en cuatriciclo o camioneta para mover el ganado y en el mejor de los casos -los que lograron acopiar- repartir alimento balanceado o fardos de pasto a sus animales, son tareas diarias en la pelea por ganarle la pulseada al invierno en el campo santacruceño.





Ayudando a que camine nuevamente un borrego que quedó pegado en la escarcha  





En algunos casos, en el campo se les logra hacer un camino (generalmente en una huella) con la ayuda de tractores o máquina motoniveladora para que la hacienda tenga un sendero donde refugiarse del hielo y nieve, estableciendo allí los dormideros



 







Alimentando a las ovejas en la zona de La Esperanza





Esta año en la zona de La Esperanza nevó por primera vez el 14 de junio, luego cinco veces más, intermitentes y nunca deshieló, así que la situación es preocupante, cuenta un ganadero, "ya que la nieve llega casi a los 40 centímetros y nunca se fue. La semana pasada, una mañana, la térmica llegó a los -32° y todo el campo estaba teñido de un manto blanco y brillante, ése día estuvo más frío que en la Base Marambio"







Molino escarchado





 Zona rural cercana a Gobernador Gregores

 





Inviernos crudos eran los de antes



Pobladores rurales recuerdan algunos de los inviernos más crudos en el sur de Santa Cruz, en 1950, cuando -dicen- la mayoría de los productores de la zona perdieron el cien por cien de las majadas, aunque en esos años Río Gallegos y el campo eran mucho más fríos, "era normal perder 7,8 y hasta el 10% de los animales." Otro año memorable "y no por bueno" fue 1977, con mucha nieve. 



En 1984 la mayoría de los ganaderos perdieron el 50% de la hacienda por las heladas y un estanciero recordó que el piño de ovejas "se le escapó a la ruta -como yendo hacia Gallegos- en busca de un suelo más despejado y pasto" y en 1987, en algunos casos, se perdió hasta un 40% de la majada.



Ya en la década de los 90 recuerdan como implacable la nevada de1995, fue en ése año que mermó la producción ovina y vacuna de toda la provincia en un número considerable. 



Y el 2012, según rememoran, fue muy bravo para la zona de Fuentes del Coyle. 

Tomando como referencia datos históricos, los antiguos pobladores reconocen que los inviernos eran mucho más cruentos en las décadas del 50 al 80, como consecuencia, había una disminución natural de la población de guanacos y choiques, como así también un equilibrio en cuanto a ejemplares de la fauna autóctona. 



Por otra parte, se señala como la zona más fría de Santa Cruz, la comprendida entre el paraje La Esperanza hacia la precordillera aledaña a Río Turbio, 28 de Noviembre como así también la franja que se extiende hasta El Calafate. Sin embargo, este invierno fue mucho más nevador en la zona norte de la provincia, donde todavía persisten 40 centímetros acumulados hace casi un mes.





Inicio del invierno cuando todavía no había acumulación de nieve en la vega. Alimentando con fardos de pasto a una tropilla



Desde que comenzó este invierno no dio tregua con su inclemencia a las provincias de Neuquén con rutas intransitables, Río Negro con nevadas récord, Chubut con intensos temporales que derribaron hasta líneas de alta tensión, Santa Cruz con temperaturas bajo cero permanentes y Tierra del Fuego con una helada histórica que congeló autos y hasta la orilla del Beagle.







 Galpón hundido en un lateral por el peso de la nieve acumulada







Ovejas merino sepultadas bajo la nieve en un campo de Chubut (Foto Noticias Chubut)





Es una rueda -nos explica un productor- si los inviernos son muy secos como sucedió en estos últimos años, los pastos crecen menos, la hacienda queda débil por falta de alimento, los porcentajes de parición son bajos y por ende, la productividad del campo. Pero si sucede como en éste 2020 que "vino todo de golpe -nevó, escarchó, nevó de nuevo y no deshieló nunca, los animales tienen poco pasto natural porque el suelo queda congelado y es necesario suplementar el pastoreo con alimento balanceado o fardos, que en la mayoría de los casos no se previó, la preocupación es que seguro va a empezar a haber mortandad de hacienda y animales silvestres." 

 


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