La extraña vida de los recuperados del Covid: la mujer de Buenos Aires que se contagió en Río Gallegos

Es una de las tantas historias de los pacientes recuperados que mantienen los síntomas, pese a recibir el alta médica. Una mujer de 32 años se contagió en Río Gallegos, donde llegó a pasar las fiestas junto a su novia.

A Macarena Moris, 32 años y técnica en producción gráfica, el gusto y el olfato no le volvieron con el alta médica. El olor de su pelo y de su piel se fueron. Se cepilla los dientes y el dentífrico es una pasta insípida. Mordió un limón y la reacción fue neutra: de repente, se volvió inmune a su acidez. La sensación es de pura extrañeza.



Se contagió en Río Gallegos, Santa Cruz, donde fue a pasar las fiestas junto a su novia. Por contacto estrecho, cayeron quince. Se enteró cuando llegó a El Calafate, su celular recuperó la señal y la confirmación de un caso positivo explicó sus primeros síntomas: los tres días de vacaciones los pasó aislada en una cabaña. El Glaciar Perito Moreno tendrá que esperar.



Regresó a Buenos Aires dos semanas después del día de declaración de un sugestivo dolor de cabeza, con el alta clínica que le emitió un profesional del servicio de prepaga. A la tarde del día siguiente fue al supermercado. Se descompuso en la caja por el peso de las bolsas: sentía que el cuerpo no le respondía.



Tiene náuseas, mareos, caída de presión. A veces ruega irse antes del trabajo porque el cansancio la abruma. “Me quedó una fatiga corporal que espero que no sea crónica. Siento que no me puedo exigir mucho, que el cuerpo me pide basta. Hasta tengo miedo todavía de volver a jugar a la pelota por que no sé cuánto lo voy a poder soportar”.


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