"Entre el hisopado y el jolgorio", el análisis de un periodista en Río Gallegos

El colega Elio Mayorga mostró las dos realidades que se viven en torno al colegio Guatemala, lugar donde se realizan hisopados. Mientras los vecinos hacen fila para poder realizarse el hisopado entre botellas y cajas de vino, testigos de una noche de descontrol en la zona.

* Elio Mayorga, periodista



Nadie escapa a la realidad de estos días donde la Pandemia hace estragos y en Rio Gallegos, el incremento de casos positivos va en aumento vertiginoso, por ello, las filas de vecinos en los lugares destinados a la realización de hisopados, son considerables. 





Desde las 10 horas largas filas de vecinos esperan por su oportunidad, para dilucidar el misterio, ¿positivo o negativo?? Rostros de incertidumbre, preocupación y hasta resignación en algunos. Pero el contraste de la imagen es significativo, en los alrededores del Colegio Guatemala, llegan vecinos para enfilarse y deben sortear envases de bebidas alcohólicas, residuos, botellas vacías, rotas, mugre, vasos, imagen de abandono y la sensación de que, ese mismo lugar es el elegido para el jolgorio y la ingesta de bebidas alcohólicas en horas nocturnas seguramente. 



Nadie limpia, nadie recolecta los residuos, a esto sumamos una triste imagen del deterioro del edificio escolar, sin mantenimiento externo, paredes rotas, despintadas, falta de limpieza externa, desmalezamiento, abandono. 





En ese panorama los vecinos transitan la fila hasta llegar al acceso al gimnasio. Cambio de situación: amablemente te reciben, te interrogan y el personal que allí esta demuestra su mejor predisposición para contener, ayudar y orientar, y hasta entender cada una de las situaciones, con protocolo de seguridad, guantes, mascarilla, barbijo, todo sanitizado, abunda el trabajo para desinfectar, al momento de llegar a la mesa de entrevistas,  se completan los datos y luego viene el momento del hisopado, el encargado con mucha buna onda trata de que cada persona,  pase ese instante de la mejor manera posible, verdaderamente, más allá de la situación, hay un grupo de trabajo que en muchos casos no son personal de salud, pero con compromiso hacia los vecinos y con la mejor onda y voluntad para que cada uno de los que pasan por allí se vayan satisfechos por la atención independientemente de su resultado, positivo o negativo… lo que claramente contrasta es lo anterior, a nadie se le ocurrió limpiar los alrededores, desmalezar, juntar la basura, al menos para mejorar transitoriamente la imagen de un lugar al que diariamente concurren centenares de vecinos.....una rara mezcla de salud y jolgorio.


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