Se desarrolló una nueva jornada de trabajo en el vacunatorio municipal de Río Gallegos
Desde las 9 horas, el Gimnasio Municipal “17 de Octubre” recibió a vecinos de la ciudad que se inscribieron en la página oficial. Es el turno de mayores de 40 años, con enfermedades crónicas severas o graves, que con su debida certificación han gestionado el turno.
María del Pilar Barboroy de 63 años, salió del box de vacunación muy tranquila. “Me siento muy bien, sin síntomas raros. La cuarentena la pasé cuidándome muchísimo, respetándome yo y a los demás, lo cual la mayoría no hace y por eso estamos en estas condiciones”, dijo refiriéndose a la situación epidemiológica de la ciudad.
“El que no respeta no está poniéndose en riesgo solo en él, le está haciéndole daño a los demás. No piensa en su abuelo, en su papá, en sus hermanos, en su vecina. Es una inconsciencia total y no pasa solamente por los jóvenes, también con los adultos. Es una cuestión de cultura, amor al otro, respeto a la humanidad. Este problema está en todo el mundo. Si no aprendemos a respetar al que tenemos al lado nunca vamos a mejorar”, reflexionó.
Sobre el significado de la vacuna, sostuvo que “es un apelativo, una ayuda, la posibilidad de vivir más porque nadie sabe cuándo le puede tocar”, dijo María del Pilar, tras lo que agradeció al personal del Vacunatorio Municipal por la atención. “Quedé sorprendida desde el momento que pisé el gimnasio, observé mucho respecto por las normas, los chicos estuvieron muy ordenados, las chicas que vacunan son excelentes profesionales. Ahora esperando en la sala de recuperación, donde hasta un cafecito nos han dado”, concluyó.
Algo bueno y esperado
Pedro Ernesto Mayorga, de 61 años de edad señaló que la vacuna “es algo esperado, algo bueno que nos permitirá defendernos del virus. La cuarentena fue dura, por el encierro, la distancia de la familia”, sostuvo depositando su confianza en que inmunizarse ayude a la población a frenar los contagios. Aconsejó a los vecinos “que se vacunen, que en el gimnasio los asesoran y los atienden muy bien”.
Cuidarse entre todos
Naldo Darío Maldonado, de 54 años de edad, es un jubilado municipal, integrante del grupo de riesgo que tanto ha debido protegerse durante el último año. “Me siento bien, contento. Esto significa salud y estar protegido uno y los demás. La atención fue espectacular”, dijo en relación al personal municipal.
Durante la cuarentena contó que trabajó todo el tiempo. “Ni un día descansé en la parte privada, pero quedó demostrado que cuidándose uno no se contagia. Hay que vacunarse para que nos cuidemos todos”, aclaró.
Un poco de seguridad
Mario Zurita, de 59 años, fue otro de los vecinos que pudo recibir su primera dosis en el marco de la Campaña Nacional de Vacunación que se realiza en el país y que en Río Gallegos alcanza a las personas mayores de 40 años con riesgo. “Ahora estamos un poco más seguro ante esta situación, si bien igual debemos seguir cumpliendo las medidas sanitarias. La cuarentena la pasé tranquilo, a veces se complicaba cuando no podíamos ver a nuestros seres queridos, pero siempre cuidándonos”, dijo.
En la oportunidad, el vecino hizo una observación. “Ahora veo a la gente despreocupada, que no le da la importancia a este virus y lo toman a la ligera. No se dan cuenta que hay mucha gente que se está muriendo. El sistema sanitario nuestro está saturado, los médicos no dan más. Están desatendidos, agotados y son las personas más importantes en esta pandemia. Es necesario que la gente ayude, no es una broma, es terrible, es una situación muy peligrosa para nosotros”.
Para finalizar, destacó la atención en el gimnasio 17 de octubre. “Están muy preparados para recibirnos, saben lo que están haciendo, nos hacen sentir como personas y no como números. Les digo a los vecinos que la vacuna es una protección, no es un hecho político, sino que trasciende los partidos o las ideologías. Es algo que el Estado debe hacer y nosotros como ciudadanos, debemos tomar con conciencia y vacunarnos”.