Karina Taberne: una reconocida periodista local con vasta trayectoria en medios, que supo cosechar el cariño del público y el respeto de sus pares 

Karina, más conocida como “la gallega” Taberne, nació en Río Gallegos, tiene 50 años, es mamá de Jerónimo (22), hincha de Boca, fanática de la música y lleva casi 27 años en la profesión que la apasiona. Convive hace 5 años con su pareja y colega, Claudio, “un gran compañero y coequiper” con quien supo compartir trabajos y conformar una gran familia ensamblada. “Es un hermoso y constante desafío que me enseñó a repartir mi cariño y energía. Formamos un gran equipo en casa y los chicos lo viven de manera natural, sin prejuicios”, contó orgullosa.

De chica trabajó como niñera, cadete, tarjetera, atendió un kiosko, el almacén “El Mayoral” y como monitora en colonias de vacaciones. Y gracias al apoyo de su padre –albañil- y su madre -empleada doméstica- pudo estudiar Licenciatura en Comunicación Social con orientación en Periodismo, más una especialización en Radio, en la Universidad Nacional de La Plata. En el medio consiguió su primer trabajo en el Diario “La Voz” de Río Gallegos, pero cuando regresó en 1998 a cursar la última materia para obtener su título, se topó con que se había modificado el plan de estudios.

“Fue muy frustrante. Me quedé en casa desanimada, pero gracias a Guido Vera que me insistió y confió en mí, conseguí trabajo en FM Eclipse. Fue un padrino en lo laboral”, reconoció y de, ahí en más, pasó por varios medios que la vieron crecer y consolidarse en distintos formatos y roles. Debutó en televisión en Canal 2, trabajó en el primer portal de noticias de la provincia “Santa Cruz Ya”, en FM Vida, FM 2000, en el noticiero de Canal 5, LU12, en la Dirección de Prensa de la Municipalidad de Río Gallegos e incluso condujo el noticiero de Canal 7 en la Televisión Pública. 

“La pandemia me marcó muchísimo. Tuve que adaptarme y reinventarme explotando las redes sociales como canal informativo. Además del temor, sentí compromiso y responsabilidad con los vecinos para responder y canalizar sus inquietudes pese a que costaba mucho acceder a fuentes y datos oficiales. Además, había que traducir esos tecnicismos de manera simple y sencilla, y transmitir calma pese a todo. Cubrir los sepelios o los traslados directos al crematorio fue muy duro pero me permití emocionarme, sin caer en golpes bajos”, recordó Karina, con cierta angustia.

Por otra parte, contó que sufrió episodios traumáticos tales como situaciones de abuso y bullying que la marcaron cuando era niña. Aunque gracias a su carácter, capacidad de resiliencia, ayuda profesional, terapias alternativas y el paso del tiempo, logró superarlos dejando atrás esa etapa dolorosa de su vida. “Poder hablar abiertamente de estos flagelos hoy en día resulta muy sanador para las víctimas”, reflexionó.

En cuanto a la relación con sus colegas, destacó: “Afortunadamente hice grandes amigos a lo largo de mi carrera, entre ellos Claudio “Cacho” Álvarez, Mirta Calafiore, Pablo Beecher a quien admiro mucho, Héctor “Nica” Mansilla, José “Pato” Silva, Mirtha Espina a quien considero una gran referente y también los jóvenes de las nuevas generaciones como Adelina Estrada y Sandro Díaz, quien tiene mucho potencial, y muchos otros que no alcanzo a nombrar. Tengo buena relación en general. A esta altura del partido no hay competencia, egos, ni disputas por las primicias. Cada uno tiene su sello personal y existe un público y un lugar para todos”. 

Actualmente, Karina trabaja como movilera para El Diario Nuevo Día, haciendo las transmisiones en vivo a través de Facebook, y también en Canal 9 en la pre – producción y producción de los noticieros, esta vez detrás de cámaras. “Me gustaría hacer un programa vinculado a historias pasadas. En algún momento quizás lo haga”, sostuvo y admitió que -pese a su exposición pública y ser desenvuelta frente al micrófono- todavía siente una mezcla de gratitud y timidez cuando algún vecino la saluda, cuando recibe alguna palabra o muestra de afecto, o cuando la reconocen por su labor en la calle.

“Soy una afortunada por trabajar de lo que me amo. Tengo cientos de anécdotas. Los años, la madurez y la experiencia hoy me permiten estar mucho más asentada, relajada y me tomo las cosas con más tranquilidad. No obstante, me gusta decir lo que pienso y marcar postura frente los hechos. Nunca me sentí menos por mi condición de ser mujer. Al contrario: creo que los espacios deben ganarse por mérito propio”, concluyó, fiel al estilo transparente y frontal que la caracteriza.