Guerra de Malvinas: "Los colimbas de la clase 1963 fueron participes del conflicto"

En diálogo con Radio Nuevo Día 100.9, el integrante de la clase ´63 José Silva, relató su experiencia dentro de la Policía Aeronáutica Nacional durante el conflicto armado con Reino Unido. "Pedimos solamente una medallita y un diploma para que algún día valoren lo que fuimos”, afirmó.

El 2 de abril de 1982 las tropas argentinas desembarcaron en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833,  tras completar la denominada operación Rosario.



Este hecho marcó el inicio del conflicto bélico por la soberanía del archipiélago y otros territorios del Atlántico Sur, que transformó drásticamente la vida de cientos de personas.



A 40 años de la Gesta de Malvinas, todavía se hace necesario visibilizar la relevancia de todos aquellos que fueron protagonistas de una guerra que marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. 



En Río Gallegos podemos encontrar a los denominados "colimbas" de la clase 1963, cuya participación no puede (ni debe) pasarse por alto. Se trataban de jóvenes que, cumpliendo con su deber cívico en un contexto de enfrentamiento armado, trabajaron exhaustivamente de este lado del continente para garantizar la seguridad aérea.



"Hice el servicio militar obligatorio en la Fuerza Aérea y me tocó el destino de la Policía Aeronáutica Nacional. Nuestra función era seguridad de aeropuerto", comentó José Silva, reportero gráfico que fue integrante de la clase ´63. 



Silva visitó los nuevos estudios de Radio Nuevo Día 100.9 para dar a conocer las vicisitudes que debió atravesar junto a sus compañeros durante el conflicto bélico entre Argentina y Reino Unido. 



"No nos consideramos veteranos, pero estuvimos participando durante el conflicto”, destacó.



Un miedo latente

José tenía apenas unos 18 años cuando se unió a la PAN para cumplir con el servicio militar obligatorio. Desde su período de instrucción tuvo que atravesar agotadoras jornadas, por lo que esperaba con ansias los cuatro días de franco que le concedían.



Uno de esos días de descanso coincidía casualmente con la fecha de su cumpleaños, por lo que pretendía pasar tiempo con su familia y descansar. No obstante, era nada más y nada menos que el 2 de abril de 1982. 



Alrededor de las 21 horas de esa histórica fecha, golpearon la puerta de su casa y al abrirla avizoró a efectivos de las Fuerzas Armadas que le ordenaron recoger su uniforme y subir a una camioneta. 



En medio de esta confusión, donde sus padres lo observaban marcharse con desconcierto mientras la torta de cumpleaños yacía en la mesa, José ingresó al vehículo y vio a todos sus compañeros que también se encontraban de franco. 



“No me dijeron nada, solo que suba. Tengo la imagen de mi mamá y mi viejo que se quedaron viéndome con la comida cuando me fui y mis hermanos que no entendían nada", relató.



Al llegar al aeropuerto de la capital santacruceña, el panorama que halló era muy distinto al que había visto apenas unas horas antes. Ante sus ojos se abrió paso un despliegue militar con “movimientos de vehículos del Ejército, colectivos y camiones donde venían muchos chicos del interior que bajaban y pensaban que Malvinas era Río Gallegos". 



“Nos llaman dos oficiales que estaban a cargo del escuadrón de la PAN y nos dicen que tenían que contarnos algo muy serio. “Les queremos decir que estamos en guerra con Reino Unido y no es joda”, nos dijeron. Ahí nos entramos a mirar todos con la piel de gallina y esa misma noche mientras hacíamos guardias salió el comunicado de Galtieri”, rememoró.



A partir de ese momento, su grupo tuvo la tarea de cargar y descargar los aviones con 24 horas de guardia como de custodiar el aeropuerto con pistolas calibre 9 mm, ametralladoras Halcón y fusiles.



“No teníamos la instrucción de combate que tiene el Ejercito porque era seguridad del aeropuerto y control de documentación. Nadie está acostumbrado con 18 años a cargar un fusil. Nos daban las contraseñas y nos decían que el que no respondiera a ellas había que bajarlo", señaló.



En comunicación con el programa "Arriba el Día", José declaró que en varias ocasiones fueron alertados de un posible ataque por parte de grupos de comando. 



"Los ingleses tenían la duda de cómo se abastecían tan rápido los aviones porque había una base en Comodoro pero no tenían en cuenta la de Río Gallegos. Por eso nos decían que tuviéramos mucho cuidado y que no era joda", aseveró. 



Durante esa etapa, el reportero gráfico atestiguó como chicos de su misma edad eran enviados al litoral marítimo patagónico para regresar con severas heridas o sin vida.



"A nosotros nos dio una tristeza muy grande pensar por qué no fuimos. Llegaban chicos acá, les convidábamos cigarrillos y a la madrugada los teníamos que bajar de los aviones mutilados, a veces sin manos, sin piernas o con la cara quemada. Los metíamos en el aeropuerto y después pasaban a buscarlos y a la noche cargábamos a los fallecidos, el armamento y municiones”, dijo.



Asimismo, remarcó que la posguerra también resultó sumamente difícil ya que había un fuerte estigma hacia "todos los que participaron, de forma directa o no, del conflicto”.



“Con el solo hecho de mostrar el documento y que estuvimos en el 82 participando del servicio militar, te trataban de loco”, lamentó.



Para finalizar, José remarcó que  "los colimbas de la clase 1963 fueron participes del conflicto". 



“Fuerza Aérea nos soltó la mano y lo único que pedimos es el reconocimiento moral. Cumplimos y pedimos solamente una medallita y un diploma para que algún día valoren lo que fuimos”, sentenció.



(El Diario Nuevo Día)


Esta nota habla de:
Más de Locales
OBRA SOCIAL PROVINCIAL

El no pago de aportes del municipio a la CSS, un chico accidentado que "debió ser atendido" por gobierno y trabajadores que "buscan auxilio"

El no pago de aportes del municipio a la CSS, un chico accidentado que "debió ser atendido" por gobierno y trabajadores que "buscan auxilio"
"El no pago del municipio de Río Gallegos a la CSS deja a los empleados en una situación de desamparo", dijo la ministra de Desarrollo Social, Luisa Cárdenas, al referirse a la problemática que afecta a los empleados municipales de Río Gallegos, quienes se encuentran sin obra social debido a la falta de aportes del municipio a la Caja de Servicios Sociales (CSS).