Cuentos policiales: "El misterio de la Plaza Wemblay"

Los alumnos de 6°A de la EPP N° 78 escribieron un cuento policial que Nuevo Día publica para compartir ante toda la sociedad. Pasen y lean.

En España, en la ciudad de Barcelona, en la plaza Wemblay que era un lugar muy tranquilo, había una chica de doce años llamada Lisa que visitaba esta plaza todos los fines de semana con su mejor amiga Tamara, de la misma edad. Ellas siempre iban por un atajo que las hacía llegar más rápido.



En una tarde muy calurosa, ellas iban tranquilas caminando a la plaza, pero de repente empezaron a escuchar gritos cerca de unos árboles, se asustaron y desesperadas llamaron por celular a la policía. Mientras Lisa hacia la llamada, Tamara quiso ver de dónde venían esos gritos.



La joven empezó a escuchar los sonidos cada vez más cerca, así, cada vez Tamara se alejaba más de su amiga, en un momento Lisa se dio cuenta que su compañera ya no estaba y se empezó a desesperar gritando: ¡Tamara!, ¡Tamara!, Pero nadie respondía.



A lo lejos Lisa pudo ver una persona encapuchada, alta, flaca con botas largas y guantes negros, justo en ese momento llegó la policía, corrió hacia ellos y les explicó todo lo que había pasado.



Fue entonces cuando la policía llamó a los detectives Luis Fernández y Laura Gómez para que ayudaran a encontrar a Tamara.

Unos minutos después llegaron al lugar los especialistas.



La detective Laura le pregunto a Lisa si había visto a alguna persona sospechosa los días anteriores en esa plaza, la joven recordó que el día sábado vio a un hombre de aspecto muy raro; petizo, de gorra y bufanda y con muchos anillos en los dedos que alimentaba a las palomas y que las miraba constantemente.



Laura luego de escuchar a Lisa le pregunto:



Laura: -¿y hoy cuando caminaban con Tamara volvieron a ver a este hombre?

Lisa: -La última vez que lo vimos fue cuando estaba alimentando a las palomas, dijo aterrorizada y llorando.



Laura se fue a hablar con Luis al respecto, él recordó que en esa plaza hace poco habían instalado cámaras por unas denuncias de un hombre extraño que miraba raro a las chicas, les sacaba fotos y las filmaba.



Los detectives miraron la filmación de las cámaras y vieron que dos personas encapuchadas, con lentes oscuros y muchos anillos en las manos las venían siguiendo hace varios días sin que ellas se dieran cuenta.



Una hora después la familia de Tamara recibió un llamado anónimo que decía que su hija había sido secuestrada y que para liberarla querían cien mil euros o algo malo le iba a suceder a la niña, el dinero debía estar en una bolsa de residuos negra al lado del tacho de basura al día siguiente a las 13:00hs en la plaza.



La mamá después de lo dicho por los secuestradores pensaba cómo iba a hacer para juntar esa cantidad de dinero, y  empezó a llamar desesperada a familiares y amigos para que la ayuden, pero no lo logró.



Una vez que la familia de Lisa tranquilizó la mamá de Tamara, llegaron a los detectives que le pidieron seguir un plan. Laura y Luis le explicaron a la señora que tenía qué hacer y qué decir cuando llamen nuevamente los secuestradores.



Cuando los criminales se volvieron a comunicar con las familias les recordaron el lugar para entregar el dinero, y les comentaron que Tamara estaba bien, esta conversación también la escucharon Laura y Luis.



Los detectives y la policía les tenían una trampa a los secuestradores para cuando retiraran la plata en el tacho de basura a las 13:00hs.



El plan consistía en: …………

Muchos policías esperando escondidos en los árboles y vestidos de gente civil hasta que alguien retirara el dinero, que era una bolsa llena de billetes falsos, ya que les fue imposible reunir los cien mil euros, además de muchos autos normales con detectives alrededor de la plaza.  



Cuando Laura y Luis estaban esperando en la calle vieron corriendo a una persona con muchos anillos hacia la bolsa de residuos y Laura se dio cuenta que ese era el secuestrador, era el hombre extraño que alimentaba a las palomas. Rápidamente los investigadores dieron la señal a los policías de civil que salieron a capturar al secuestrador, por suerte lo atraparon y lo llevaron a una oficina a un interrogatorio.



Luis: - Necesito que te saques la gorra y la bufanda por favor, le dijo el detective.



El hombre con aspecto raro no respondía, entonces los policías lo tuvieron que hacer a la fuerza amenazándolo que podría tener cadena perpetua o pasar muchos años en la cárcel.



Cuando le sacaron la gorra y la bufanda no le reconocieron el rostro y continuaron haciendo preguntas 



Laura: - ¿Cómo te llamas y porqué secuéstrate a Tamara?

Secuestrador: - Me llamo Manuel, alguien me mando a secuestrar a Tamara

Laura: - ¿Quién te mando a secuestrar a Tamara y cuál es el motivo?

Secuestrador: - Mi hermano Francisco y yo no somos criminales, lo único que queremos es plata para pagar una deuda muy grande a unos matones de la cárcel.

Luis: - ¿Dónde se encuentra Francisco?

Secuestrador: -  En una casa abandonada lejos de la ciudad sobre la ruta 4



Luego de que Manuel le diera la dirección del lugar, la policía fue rápido, cuando llegaron vieron que allí estaba Tamara sin poder hablar con las manos atadas y cinta en la boca.



Cuando entraron apareció Francisco y los sorprendió con un arma en la mano, se puso como loco y empezó a disparar, hirió a varios policías, entonces Luis desesperado lo sorprendió por detrás, lo derribo, le quito el arma y le dijo que ponga las manos en la nuca y que no se mueva, mientras la policía ayudaba a Tamara a salir del lugar, Luis metió a Francisco en el patrullero. Tamara por fin era libre ya podía estar con su familia y su mejor amiga Lisa. 



Francisco y Manuel fueron arrestados y condenados a 40 años de prisión, mientras que Tamara y Lisa prometieron nunca más ir por ese atajo.



-    Fin



AUTORES: alumnos de 6°A de la EPP N° 78



Antiman, Uma - Aynol Farias, Thiago - Caffer, Agustina - Cardenas Luna, Nahuel - Copa Benites, Giuliano - Cortes Marquez, Elian - Escobar Nancuante, Rocío - Estigarribia Mansilla, Mía - Flores Gleadell, Uma - García Adaro, Mayra - Hernández Montecinos, Gianella - Daira Agüero - Leiva Vera, Zahira - Lochbaum Díaz, Ezequiel - Long Astorga, Martina - Montenegro, Santiago - Padin, Mateo - Ruiz, Paloma - Yapura, Romina.



PROFE: Julio Ojeda - PROFE: María Fernanda Vera


Esta nota habla de:
Más de Locales