El diario papel comienza a despedirse en Río Gallegos
Superado ampliamente por el avance de lo digital, el diario papel ya no se lee en la capital de Santa Cruz. Sumado a que el cambio de gobierno achicaría la millonaria pauta oficial, uno de los dos diarios de Río Gallegos que imprime ya informó que sólo saldrá una vez por semana. El otro achica su cantidad de páginas y avanza hacia lo mismo.
El cambio de gobierno aceleró muchas cosas en Santa Cruz y más allá de todo lo que se está barajando respecto de lo estríctamente político, los medios de comunicación también entran en escena.
Sucede que las dos empresas que todavía manejan diario impreso lo sostienen como argumento para la millonaria pauta oficial que, desde hace años, reciben por los gobiernos de turno. Tanto nacional, como provincial y municipal.
Desde el punto de vista periodístico, el diario papel ya no tiene ningún sentido hace mucho. Ya no lo consume prácticamente nadie y se debe regalar en confiterías o lugares públicos para que tenga circulación.
Pero el cambio de color y espacio político en el gobierno de Santa Cruz, sumado a la incertidumbre por lo que vaya a pasar a nivel nacional, encendió todas las alarmas en diarios que basan su sustento casi por completo en la pauta oficial del gobierno.
Con muchas chances de que eso se acabe o se reduzca mucho, uno de los dos diarios anunció esta semana que dejará de imprimir el diario papel todos los días y sólo saldrá con una especie de semanario los domingos.
Ese es el caso de TiempoSur, que formalizó el anuncio disfrazado de "innovación", aunque la realidad el diario ya no volverá a tener diario papel de lunes a sábados a partir de noviembre (sólo los domingos) y con esa decisión también en algún llegarán, como lógica consecuencia, la pérdida de fuentes laborales.
Por el mismo camino parece ir La Opinión Austral, el otro medio oficialista de la capital de Santa Cruz, que entra en crisis y por el momento confirmó que reducirá su cantidad de páginas de 32 a 24. Casi lo mínimo que se puede ofrecer como para evitar la desaparición.
En este caso, se optó por esperar las elecciones nacionales para ver si un nuevo gobierno, con Massa a la cabeza, les brinda una pauta oficial lo suficientemente importante como para poder sostener el papel. De no ser así, o de ganar Milei, las cartas están echadas.
A fin de cuentas, la pauta oficial terminó por ser un arma de doble filo que ahora es consecuencia de "tiempos dífíciles", como se lo plantearon desde la patronal a los empleados a poco de terminar el año.
En ambos casos, parecen haberse dado cuenta ahora que "el futuro" es el diario digital, donde Nuevo Día apuesta desde hace 14 años y goza de muy buena salud. (El Diario Nuevo Día)