Marcela Chocobar fue cruelmente asesinada en la madrugada del 6 de septiembre de 2015 tras una noche de diversión en un local bailable de Río Gallegos, si vida fue arrebatada por Oscar Biott y Ángel Azzolini según lo determinó la justicia, aunque en su fallo de primera instancia encontró diferencias en las responsabilidades de ambos, por lo que, el primero de los dos fue condenado a prisión perpetua, mientras que el segundo sólo recibió 6 años, fallo apelado por la familia Chocobar.
El transcurso de la lucha en pedido de justicia unió a organizaciones que abrazaron y caminaron junto a las cuatro hermanas, Judith, Gabriela, Laura y Edith, quienes debieron recorrer un largo camino de aprendizaje en lo judicial, con un dolor profundo a cuestas que se apoyó en un abrazo colectivo que retroalimentó la fortaleza entre ellas y el movimiento que las acompañó, hasta el juicio, donde todo ese dolor se revivió hasta llegar a una sentencia que generó una sensación agridulce y llevó a continuar la batalla judicial por la condena y liberación de Ángel Azzolini quien después de un tiempo, volvió a ser apresado.
Hoy, la memoria y el recuerdo de Marcela Chocobar sigue vigente y es un faro de lucha por la igualdad, la erradicación de la discriminación y odio por cuestiones de género en pos de una sociedad más inclusiva y justa. (Diario Nuevo Día)