Luciana es de Río Gallegos, tiene 26 años, casi no puede caminar y su obra social le negó al cobertura médica
Luciana Zahn, una joven de 26 años de Río Gallegos, enfrenta un complejo cuadro neurológico sin diagnóstico definitivo. A pesar de su delicado estado de salud y la sospecha de una enfermedad desmielinizante, su obra social no cubre los estudios necesarios en Córdoba. A pocos días de su turno con el especialista, apela a la solidaridad de la comunidad para costear el viaje y tratamiento.
Luciana Zahn tiene 26 años, vive en Río Gallegos y su vida cambió por completo el año pasado, cuando comenzó con síntomas neurológicos que la llevaron a una internación en Buenos Aires. Allí le detectaron una bacteria en el cerebro tras una serie de estudios complejos, incluyendo punciones lumbares y resonancias. Estuvo 20 días en tratamiento y regresó a su ciudad natal con dolores intensos de cabeza y mareos, síntomas que, según le indicaron, eran parte del proceso de recuperación.
Sin embargo, con el paso de los meses, su cuadro empeoró. Empezó a perder movilidad en sus piernas y manos, lo que motivó nuevas consultas médicas. La primera neuróloga que la atendió en Río Gallegos no halló irregularidades, pero el estado de salud de Luciana, siguió deteriorándose. "Comencé a sentir pinchazos y punciones en todo el cuerpo hasta que me quedé sin poder caminar", relata.
Ante la falta de respuestas, buscó una segunda opinión. La nueva especialista, tras realizar estudios adicionales, decidió derivarla al Sanatorio Allende en Córdoba, un centro especializado en enfermedades neurológicas desmielinizantes. Aunque todavía no tiene un diagnóstico claro, el cuadro clínico es alarmante: Luciana casi no puede caminar, está mareada constantemente, no tiene fuerza y no puede sostener ni una taza.
Frente a este escenario, la joven se enfrentó a otro obstáculo: su obra social, IOSFA, le negó la cobertura al decirle que no cubren nada fuera de Buenos Aires. "Se me vino el mundo abajo", expresó con angustia. La falta de diagnóstico le impide ser internada en Río Gallegos y tampoco puede realizarse los estudios de alta complejidad necesarios en la ciudad.
A pesar del dolor físico y emocional, Luciana no baja los brazos. Tiene un hijo de 7 años y eso la impulsa a seguir. Comenzó a hacer rifas con más de 20 premios, vende empanadas y también realiza trabajos de manicura desde su casa, aunque su movilidad es muy limitada. "Lo hago con todo el esfuerzo del mundo porque casi no me muevo", cuenta.
Su turno con el especialista en Córdoba es el 30 de mayo a las 12 del mediodía y, a pocos días de esa cita crucial, aún no logró reunir el dinero para cubrir los pasajes y gastos. Por eso, decidió pedir ayuda a la comunidad. "Pido por favor y desesperadamente colaboración porque se me acerca la fecha y necesito recuperarme", manifestó.
Quienes deseen colaborar con Luciana pueden comunicarse al 2966 221063 o realizar una transferencia a su alias: lulizahn.
(Fuente: El Diario Nuevo Día)