¿Qué se siente vivir en un velero? Los Nómadas del Mar lo contaron en Rock and Frío
La pareja española formada por Celia y Álvaro dialogó con Javier Seveso en Rock and Frío (Radio Nuevo Día) sobre su proyecto Nómadas del Mar, la vida que eligieron al dejar la oficina para instalarse en un velero. A cinco años de esa decisión, repasaron anécdotas de sus travesías por el Mediterráneo, el Caribe, el cruce del Atlántico y su actual estadía en México. Contaron cómo se financian, cómo conviven 24 horas juntos en el mar y por qué consideran que su estilo de vida es sinónimo de libertad.
La pareja española formada por Celia y Álvaro dialogó con Javier Seveso en Rock and Frío (Radio Nuevo Día) sobre su proyecto Nómadas del Mar, la vida que eligieron al dejar la oficina para instalarse en un velero. A cinco años de esa decisión, repasaron anécdotas de sus travesías por el Mediterráneo, el Caribe, el cruce del Atlántico y su actual estadía en México. Contaron cómo se financian, cómo conviven 24 horas juntos en el mar y por qué consideran que su estilo de vida es sinónimo de libertad.
En 2020, en plena pandemia, Celia y Álvaro decidieron dar un giro radical: dejar sus trabajos en Madrid y mudarse a un velero. "Ya teníamos el barco, íbamos los fines de semana a aprender, pero con la cuarentena dijimos: ahora o nunca. Dejamos todo y empezamos a planear la vida a bordo", recordó Álvaro.
Desde entonces pasaron dos años en el Mediterráneo, cruzaron el Atlántico, vivieron en el Caribe y este año llegaron a Baja California (México) tras atravesar el Canal de Panamá. "No lo cambiaría por nada en el mundo", aseguró Celia.
Aventuras, desafíos y aprendizajes en altamar
La vida en un velero no está exenta de riesgos. En el cruce del Atlántico se les rompió un cable del mástil en pleno océano y en Panamá fueron embestidos por otro barco durante el cruce de las esclusas. "El barco te enseña a adaptarte a lo inesperado. En el mar siempre se rompe algo y tenés que resolverlo vos mismo", explicó Celia.
El día a día también implica organización: hacen guardias nocturnas para navegar con seguridad y se reparten tareas como cocinar o pescar. "A veces pescamos atunes de 20 kilos que nos alimentan una semana, y si ya tenemos suficiente, liberamos los más grandes", contó Álvaro.
Libertad, sustento y comunidad
Más allá de las anécdotas, los Nómadas del Mar ven su vida como un acto de libertad. "La libertad está en elegir cómo querés vivir. En nuestro caso es un velero, pero puede ser cualquier cosa que te haga feliz", reflexionaron.
Su sustento proviene del charter náutico, recibiendo pasajeros a bordo en distintas temporadas. También desarrollaron inversiones paralelas y negocios digitales que les permiten sostener este estilo de vida. "Vivimos de forma austera, casi siempre al ancla, y nuestro barco es a la vez nuestra casa y nuestro trabajo", explicaron.
Con una comunidad creciente en redes sociales, esperan pronto visitar la Argentina, país al que están ligados por la amistad con varios navegantes. "Tenemos muchos amigos argentinos y ganas de conocer esas costas. Algún día iremos con el barco", adelantaron.
Producción :@pabloeduardomouesca - (Diario Nuevo Día)